Festejarán oaxaqueños Los Días de Muertos

“Los Días de Muertos” representan una mezcla de tradición, culto, fiesta, magia e historia entre los oaxaqueños y se vive con gran intensidad en los camposantos, entre ellos, el Panteón General que es adornado con más de 2 mil 400 veladoras.

Así como el tradicional Concurso de Altares de Muertos, de los magníficos adornos de las tumbas, del ingenio y esmero de los familiares para agradar a los ya finados y de toda esta expresión de amor terrenal.

 

La Ciudad de Oaxaca se prepara para esta reunión con los difuntos, y en cada uno de los Panteones se tienen actividades que es posible compartir, vivir y experimentar por cada uno de nosotros.

Por segundo año consecutivo, tras los sismos de 2017 que afectaron sensiblemente la estructura del Panteón de San Miguel, las actividades con motivo de los “Días de Muertos” se van a restringir.

El panteón presenta daños en la parte de la capilla inconclusa y toda esta parte de la crujía donde están los nichos en las paredes, es parte de lo que está protegido por el INAH. Los sepelios se realizan respetando medidas preventivas. No se permite lanzar cohetes o fuegos artificiales, porque la resonancia podría ocasionar algún problema, así como música al interior del panteón.

 

La celebración de los “Días de Muertos” es una ceremonia popular que invoca a los espíritus de los ancestros para invitarlos a convivir en el mundo terrenal, por lo que se procura agasajarlos en la forma más atenta para que las ánimas de los difuntos puedan visitar a sus parientes, ya que los muertos retornan a su hogar porque son atraídos por sus antiguas pertenencias o por el amor de sus deudos.

Desde la evangelización de Oaxaca, llevada a cabo por los dominicos Fray Gonzalo Lucero y Fray Bernardino de Minaya, a la cabeza de un sinnúmero de misioneros, se implementaron las fechas para celebrar a los Fieles Difuntos, tomándose como resultado del culto a los muertos que ya tenían los pueblos aborígenes y las preces de la Iglesia por los antepasados.

 

El primero de noviembre es día de “llevar los muertos”, la costumbre consiste en obsequiar a parientes y amistades de la familia una dotada muestra de las viandas que integran la ofrenda de muertos.  La entrega se hace casa por casa.  Este día se venera a los “angelitos”, es decir a los parientes que murieron siendo niños.  El día dos de noviembre se venera a los finados adultos.

 

Todos los Santos y los Fieles Difuntos son ocasiones para que nuestro pueblo ejerza sus ancestrales costumbres. Algunos, orando por sus familiares pasados, otros yendo a los cementerios para adornar las sepulturas que permanecen en los panteones, elaborando así los altares de muertos.

 

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