Tlacochahuaya, seis años en Los Lunes del Cerro

De origen zapoteca, cuya representación alude a la Conquista de México, la Danza de la Pluma representa uno de los bailes más importantes de la celebración de la Guelaguetza, máxima fiesta de los oaxaqueños.

Propio de los Valles Centrales de Oaxaca, pese a la incorporación de algunas comunidades de la Sierra Norte, la Danza de la Pluma se realiza de manera tradicional en las fiestas patronales de al menos 18 comunidades, siendo las de Zimatlán de Álvarez, Teotitlán del Valle, Zaachila y Cuilápam de Guerrero las más reconocidas.

TLACOCHAHUAYA

Esta danza cuya singularidad es el penacho que portan los bailarines, forma parte de los bailes que explican parte del proceso de la Conquista en México.

San Jerónimo Tlacochahuaya, ubicado a 25 kilómetros de la capital oaxaqueña, es una comunidad de origen indígena que en los últimos seis años ha estado presente en los Lunes del Cerro de la Guelaguetza con el Grupo Huehuécoyotl.

María de la Luz Maldonado Ramírez, coordinadora del Ciclo de conferencias sobre la Guelaguetza y la recuperación de las tradiciones, reconoce la importancia de dar a conocer el significado de tan importante danza, lejos de los conflictos y mercadotecnia que a veces rodea a la festividad oaxaqueña.

 

Con apoyo de la Fundación Bustamante Vasconcelos, el Ciclo de conferencias busca mostrar parte de la riqueza de los distintos bailes de Oaxaca, donde la tradición y cultura se mantienen presentes en el vestuario, la interpretación y la música.

La Danza de la Pluma de San Jerónimo Tlacochahuaya forma parte de las danzas del Valle de Tlacolula y su participación de seis años de manera ininterrumpida en la Guelaguetza, ha sido del gusto de propios y extraños de la entidad.

De esta población cuyo significado es “Lugar húmedo o tierra húmeda”, los representantes y parte de los fundadores del Grupo Huehuécoyotl, Ángel Morales García y Pablo Sernas Hernández, refieren que la Danza de la Pluma de Tlacochahuaya es una ofrenda que se le da al Santo Patrón para formar comunión y fortalecer los lazos de la comunidad.

La creación del Grupo inició en 2009 pero su presentación por primera vez en la fiesta patronal se dio el 30 de septiembre de 2010, luego de una seria de calendas y previa misa que cada año lleva la población.

Con la participación de jóvenes talentosos y personas que apuestan a la conservación de las tradiciones y costumbres, el Grupo no sólo ha sido reconocido en San Jerónimo Tlacochahuaya, sino se mantiene en constantes presentaciones durante el año.

VESTUARIO

La Danza de Tlacochahuaya se diferencia de las demás por poseer un penacho redondo y no de media luna como en otras poblaciones, así como el uso de tres colores: verde, blanco y rojo.

Elaborados por los artesanos penacheros de la comunidad por necesidad, al advertir que su adquisición en otros municipios rebasaban los 5 mil pesos, los penachos de Tlacochahuaya que pesan entre tres a cuatro kilos, son circulares, tejidos y armados con plumas teñidas y carrizo.

Su tiempo de preparación que es de al menos 15 días, no sólo es valorado por los jóvenes danzantes de la comunidad, sino también por quienes radican en otros países como Estados Unidos, en donde se envían a solicitud de algunas organizaciones o particulares.

 

El costo del penacho, que no es mayor a los 5 mil pesos, tiene distintos elementos prehispánicos que enaltecen su símbolo de poder y jerarquía, como las grecas que simbolizan el movimiento.

El vestuario tiene un valor aproximado de 3 mil pesos; porta monedas y brocados de telas religiosas o plasmadas sobre pedazos de manta; tela de terciopelo adornada por lentejuelas, mascadas de seda, la macana con pata de venado (animal representativo de la comunidad), así como una paleta elaborada con madera de cedro.

 

Danzante desde hace seis años, Eduardo Samuel Méndez Sánchez, de 20 años de edad, explica que el grupo del cual forma parte, está conformado por nueve Danzantes: Moctezuma, sus dos teotliles (embajador y consejero), cuatro reyes y dos capitanes de puerta, acompañados por la Malinche, la Cihuapilli y dos subalternos.

 

Soledad Hernández Méndez, quien ha investigado sobre el origen de la música de la Danza de la Pluma de Tlacochahuaya, señala que el creador fue el compositor Romualdo Blas, que además de servir a la Iglesia, donde era cantor, sabía tocar varios instrumentos musicales.

El hombre que compuso la danza retomó estilos europeos e hizo el recuento de la Conquista, además de interpretar la polka en un momento muy significativo: el encuentro de Moctezuma con los españoles.

San Jerónimo Tlacochahuaya fue elegida para presentar la Danza de la Pluma en la edición matutina del segundo Lunes del Cerro (24 de julio), donde miles de oaxaqueños y visitantes nacionales y extranjeros podrán disfrutar del vestuario y composición musical.

Yadira Sosa

Reportera de El Imparcial de Oaxaca, licenciada en Comunicación por la Universidad Mesoamericana con 17 años de experiencia y cobertura por varios años de la fuente educativa (conflicto magisterial 2006), salud (pandemia de Covid-19), género, Derechos Humanos y grupos vulnerables. Ganadora del concurso nacional de periodismo Pfizer en la categoría escrita 2019.

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