Como parte de las actividades del mes de julio, autoridades municipales y habitantes de esta comunidad ubicada en el valle de Ocotlán de Morelos ofrecieron al mundo su Guelaguetza.
Desde el paraje conocido como Las Azucenas, miles de visitantes y familias de esta comunidad presenciaron los diferentes bailables representativos de cada una de las regiones de Oaxaca.
Con la presentación de la Diosa Centéotl, Guadalupe Soledad Agustín, inició la fiesta de los Lunes del Cerro con las gradas abarrotadas por propios y extraños que llegaron a este municipio conocido mundialmente por sus artesanías y empanadas.
“Las mujeres de San Antonino Castillo Velasco estamos hechas de flor inmortal porque somos artesanías que nunca mueren, es un privilegio plasmar nuestros campos de maíz, tenemos la sabiduría en nuestros bordados, tenemos uno de los bordados más antiguos de Oaxaca, por eso es un privilegio recibirlos”, expuso la representante de esta festividad.
Soledad Agustín ha representado a San Antonino en el certamen para elegir a la diosa Centéotl de la Guelaguetza y en su comunidad, los habitantes reconocieron su esfuerzo y conocimiento sobre sus tradiciones.
Con el grito de “que viva la cuna del Jarabe del Valle” inició a la Guelaguetza 2017 de San Antonino Castillo y sonaron los primeros bailables regionales. La primera delegación que abrió a esta festividad fueron los niños de Teotitlán del Valle con la Danza de la pluma.
Esta delegación desató el aplauso de todos los presentes, pues niños de entre cinco y ocho años de edad ejecutaron de manera extraordinaria uno de los bailables más representativos de Oaxaca.
Los organizadores destacaron que la presentación de los niños preserva las tradiciones de los pueblos de Oaxaca y las futuras generaciones tendrán la tarea de seguir mostrando al mundo la herencia de sus antepasados.
Siguió la delegación de Jalapa de Díaz con su baile Mi huipilito, conformada por jóvenes que mostraban sus espectaculares trajes coloridos de la Chinantla oaxaqueña.
Así, uno por uno los bailarines fue mostrando sus bailables a los más de 5 mil asistentes. La fiesta continuó con los sones y jarabes de Tlaxiaco; después San Juan Bautista Valle Nacional; Tehuantepec, la Flor de Piña; el Torito serrano, por mencionar algunos de los que más cautivaron al público asistente.
En cada una de las presentaciones los participantes compartieron su guelaguetza, volaron las bolsas de café, chocolate, palmas hasta los pequeños tapetes de Teotitlán del Valle.
Al escuchar la Canción mixteca de José López Alavés, el público acompañó con sus cantos a los participantes, quienes mostraron su talento para deleitar a sus paisanos y turistas que año con año acuden a este municipio conocido también como “La Tierra de las Flores”, por sus floricultores que adornan los campos de colores.
La guelaguetza representa una de las mayores festividades para el pueblo, siguiendo en importancia a la procesión del Domingo de Ramos conocida como la de El Salvador.
“Es un día de mucha emoción, es una de las fechas más esperadas por todo el pueblo porque además de ofrecer la guelaguetza nuestras cocineras ofrecen su tradicional empanada de San Antonino”, destacó Antonia, una de las cocineras tradicionales del pueblo.
Con gran alegría los habitantes de esta comunidad celebraron su propio Lunes del Cerro, en presencia de miles de visitantes que también degustaron la gastronomía típica de la región.
Niños, adultos y personas de la tercera edad, todos por igual disfrutaron de una tarde agradable llena de fiesta y alegría desde el valle de Ocotlán de Morelos, la cuna del Jarabe del valle.
