Fundado en 1951 por el presbítero Celso N. Castro, el museo anexo a la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad cuenta con más de mil 500 objetos de arte religioso, entre pinturas y reliquias del Siglo XVIII, hasta trajes regionales, alebrijes y jarrones, donados en agradecimiento a los milagros de la Patrona de Oaxaca.
En este espacio, donde hay cámaras de seguridad y se recorre después de dar un donativo, se exponen fotos de la Basílica cuando inició su última restauración en 1997.
Desde la entrada al Museo también se muestran fotos de la visita del papa Juan Pablo II, del Arzobispo José Luis Chávez Botello y otros sacerdotes de la entidad oaxaqueña, así como una vitrina de conchas y otros artículos relacionados con el mar, que llevan pescadores u otros creyentes a la también conocida “Patrona de los Marinos”.
En algunos pergaminos se cuenta parte de la historia de la construcción de la Iglesia de la Soledad, además de la fundación del museo con imagen del fundador, que decidió dar un espacio a los objetos donados por los creyentes.
Desde el robo de la Corona de la Virgen de la Soledad, el museo dio mayor restricción a quienes visitan el lugar, donde se prohíbe tomar fotos o tocar las vitrinas u otros objetos que también son vigilados por los encargados del área.
Entre los aspectos que destacan en el museo se encuentra el “nacimiento con figuras de vidrio del siglo XVIII, alebrijes y cuatro vitrales que narran la historia de la Virgen de la Soledad
“En la lejanía se oye una voz potente, luego le siguen varias voces cantando el alabado. Era un grupo de arrieros que acampaban a campo raso bajo el cielo tachonado de estrellas y a la orilla del Atoyac…”, reza el primer vitral.
En el museo se observan varias ofrendas que le llevan a la Virgen: jarrones de todo tamaño y color, juegos de té de porcelana, monedas, billetes y ex votos.
Debido al poco espacio del museo, los objetos no pueden ser clasificados, pero hay un área especial donde se muestran los ornamentos y bordados, así como los primeros vestidos de la Virgen a finales del siglo XVIII.
En el lugar también se encuentran medallones y la réplica de la Virgen de la Soledad, la cual encabeza las procesiones de miles de fieles.
Quienes visiten el museo podrán observar el sillón del Primer Arzobispo y pequeños sillones de algunos sacerdotes. El espacio está lleno de imágenes religiosas que contemplan la belleza de la Virgen de la Soledad, que se inunda del amor de los oaxaqueños.
