Ecoturismo, una forma de vida en la Costa de Oaxaca

Para defender la naturaleza, el entorno natural que los rodea, además de buscar un sustento familiar, en diversas comunidades de la Costa oaxaqueña y de la Sierra Sur, lugareños se han organizado en cooperativas ecoturísticas o en empresas sociales comunitarias.

 

Así como hay varias organizaciones de personas que conservan la naturaleza y por ende se vuelven ambientalistas y que existen en todos los municipios de la Costa, en Santa María Colotepec se formó desde hace varios años la Cooperativa de Protección a los Ecosistemas de Barra de Navidad, que conservan el medio ambiente, la flora y fauna en dos lagunas que cuidan que monitorean constantemente.

 

La cooperativa de Protección de los Ecosistemas de Barra de Navidad se encuentra ubicada en la comunidad de su mismo nombre en el municipio de Santa María Colotepec; a unos kilómetros de Puerto Escondido.

 

Organizados para cuidar la flora y fauna

Los integrantes buscan preservar la especie de cocodrilos, manglares y aves en las lagunas conocidas como Ventanilla Los Naranjos y Palma Sola; ambas cuentan con un hábitat natural de reptiles y un santuario de anidación de aves que en algún momento eran perseguidos por el hombre; además de que los terrenos colindantes a los cuerpos de agua “estaban en la mira de inversionistas”.

 

Actualmente, los pobladores organizados de Barra de Navidad lograron la convivencia con los cocodrilos y aprovechan la explotación de la especie con un proyecto ecoturístico y viven de ello de manera sustentable.

En Barra de Navidad se encargan de proteger y conservar a los cocodrilos y a la flora y la fauna con la que cuenta.

Además, organizados los integrantes de la cooperativa lograron bajar proyectos ecoturístico que consiste en la construcción de cabañas, alberca y un restaurant que complementa la oferta que tienen con los paseos a las lagunas para el avistamiento de cocodrilos y anidación de aves que ofrecen para sus visitantes.

“Nos encargamos de proteger a los cocodrilos y la conservación de la flora y fauna que tenemos en Barra de Navidad; en la laguna de Palma Sola tenemos cocodrilos y el santuario de anidación de aves, atendemos a nuestros visitantes en recorridos a las dos lagunas”, informó Crescenciano Salvador Arellanes, integrante de la cooperativa.

 

 

Mataban por gusto

Una de las personas, ícono de la asociación, María Asención Oregón Hernández explicó que el nacimiento de la agrupación fue hace aproximadamente 16 años, al darse cuenta que la gente estaba llevándose tanto la flora y fauna acuática como la terrestre; “había muchos depredadores”, manifestó.

“Iniciamos con eso de que hay que cuidar, hay que proteger, aunque tuvimos muchos problemas, algunos hasta amenazaron de muerte a los que eran de la mesa directiva, prohibían, según la caza de cocodrilos, tortugas y aves”, comento doña María Asención.

Los que se oponían a la conservación de las especies, “mataban a los pelícanos de puro gusto nada más, por ver cómo morían, por eso iniciamos nosotros a cuidar, que no los mataran, que los dejaran vivir”, explicó.

La señora Asención manifestó que han crecido con apoyos de algunas asociaciones que proteger a la ecología y hasta ahora, la Asociación cuenta con cabañas, alberca, restaurant a los que les dan mantenimiento con los recorridos de observación de aves, manglares, cocodrilos e iguanas en los senderos de las lagunas con las que cuentan.

 

“La Ballena”, en honor a ballena encallada

Dentro del proyecto ecoturístico, la cooperativa cuenta con un restaurant que sus integrantes nombraron “La Ballena”, en honor a un mamífero marino de más de seis metros de largo que hace algunos años encalló frente a sus playas y que hasta ahora conservan el esqueleto que exponen al público en un espacio del lugar para que los comensales se tomen placas fotográficas al lado de los huesos de la ballena.

Las encargadas del restaurant, entre ellas doña Asención, ofrecen platillos tradicionales oaxaqueños y mariscos y están por ofrecer a sus visitantes que gustan de los paseos turísticos y observar la sustentabilidad en la Costa, otros platillos que tienen que ver con la naturaleza.

El proyecto cuenta con 10 cabañas; una alberca, un restaurant “y las ganas de seguir conservando nuestras especies, la naturaleza; podemos convivir y vivir de ellos si cuidamos nuestro entorno”, finalizó.

 

Conservar la especie, un trabajo intenso

Crescenciano Salvador Arrellanes informó que actualmente, un biólogo se encarga de censar los nidos de cocodrilos, hasta ahora llevamos un poco más de 20 nidos de cocodrilos y sabemos cuántos huevos fértiles tenemos registrados”, explicó.

De acuerdo a Crescenciano, para el próximo 20 de mayo tendrán puesta la liberación de las crías de lagarto que están eclosionando o en su caso podrán apoyar a las crías en su nacimiento.

“Si en tres días de la fecha estipulada no eclosionan, nosotros tenemos que escarbar las anidaciones para poder liberar esos animalitos que están atrasados en eclosión”.

Hasta ahora, los integrantes de la cooperativa han censado al menos 80 cocodrilos adultos que se encuentran en las lagunas; más otros ejemplares que radican en el río que no han podido contarlos.

Los conservadores del ambiente cuentan con una población de más de 200 ejemplares de la especie Morelet o cocodrilo mexicano (Crocodylusmoreletii) es una especie de cocodrilo de pequeño tamaño.

 

Realizan promoción al ecoturismo

Para ambientalistas, en el ecoturismo han surgido variedades de emprendimientos sociales o empresas comunitarias que cumplen indicadores sociales y económicos empresariales.

Hasta el año 2005, turismo federal tenía registrado más de mil empresas comunitarias relacionadas con el ecoturismo y debido al crecimiento a la fecha, dependencias federales han realizado programas de promoción al ecoturismo en impulso al desarrollo económico local.

 

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