Coronada como la mejor ciudad del mundo para viajar y con títulos como una de las ciudades más bellas del mundo, Oaxaca tiene muchos lugares emblemáticos que la respaldan. Y es que, para recibir este tipo de galardones, es necesario tener un sustento que respalde a las instituciones que los otorgan, por fortuna la capital del Estado de Oaxaca, no tiene solo un lugar emblemático, sino muchos.
El Templo de “Santo Domingo de Guzmán”, es una obra maestra de la arquitectura en Oaxaca, es un ejemplo de la arquitectura barroca novohispana. Los primeros proyectos de construcción del hermoso edificio datan del año 1551, en el lugar que el Ayuntamiento de la Antequera de Oaxaca cedió a la orden dominica que eran un total de 24 lotes. Sin embargo, fue hasta el año 1608 en que el conjunto conventual de Santo Domingo fue inaugurado, aún sin haberse concluido.
Al igual que otras joyas arquitectónicas en nuestro país, a lo largo de su historia el Templo de Santo Domingo de Guzmán, ha sido escenario de varios sucesos importantes en la historia de México; por ejemplo fue convertido en bodega militar y en establo, y también cerró sus puertas al culto católico en tiempos del laicismo jacobino de los gobiernos emanados de la Guerra de Reforma, para después ser devuelto nuevamente a la iglesia católica por acuerdo de Don Porfirio Díaz y en 1979 este lugar recibió la visita del papa Juan Pablo II.
La fachada del templo es de tres cuerpos y remate, en la que emergen principalmente Santo Domingo y San Hipólito, sosteniendo un templo sobre el que desciende el Espíritu Santo. Los dos campanarios poseen vanos arcados y cuatro columnas adosadas en cada cara, de fuste estriado y rematadas en pináculo. Sus cúpulas están recubiertas de azulejos y ostentan copitas con linternilla.
Santo Domingo es un complejo arquitectónico que abarca el templo propiamente dicho, que actualmente sigue prestando servicios religiosos para la comunidad católica de la ciudad, ya que se venera a la Virgen del Rosario, además del santo patrón Santo Domingo de Guzmán.
El ex convento de Santo Domingo alberga en la actualidad una importante colección museística integrada por objetos históricos del estado de Oaxaca. Una de las colecciones más importantes es la de los objetos descubiertos por Alfonso Caso en la “tumba número 7” de Monte Albán, pertenecientes a la cultura mixteca. Otra parte del ex convento alberga en la actualidad el Jardín Etnobotánico de Oaxaca, integrado por especies vegetales nativas de la entidad.