Recordando la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, iniciaron las actividades que dan paso a la Gran Semana o Semana Santa, la cual comienza con el Domingo de Ramos de la Pasión del Señor.
Monseñor Teodoro Enrique Pino Miranda, obispo de la Diócesis de Huajuapan, informó que en el Domingo de Ramos se conmemora tanto la entrada solemne de Jesús a Jerusalén, como el inicio de su Pasión que tendrá lugar en la Ciudad Santa.
Por esta razón inició la celebración con el Evangelio de la entrada a Jerusalén y usualmente, la procesión que imita precisamente esta entrada. Por lo mismo, se bendicen los ramos y las palmas para que los habitantes de Jerusalén aclamen jubilosos al Hijo de David, que viene en el nombre del Señor.
“La Palabra de Dios en este día se centra en la Pasión del Señor, preparada por los textos de Isaías y Filipenses, culminando por la lectura de la Pasión del Señor. Puede sorprender que se lea la Pasión antes del Viernes Santo: el motivo es que la Iglesia no quiere que nadie se pierda la Pasión, pues es el camino de la Resurrección, y ya que el Viernes Santo no es de precepto, ocho días antes de celebrar la Resurrección del Señor celebramos su Pasión”, explicó.
Pino Miranda contó que el Evangelio de San Marcos cuenta cuando Jesús y los suyos se aproximaban a Jerusalén. Estando al pie del Monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos al pueblo que estaba enfrente, les dijo que al entrar encontrarían a un asno atado que nadie había montado todavía, debían desatarlo y llevárselo y si alguien les preguntaba que estaban haciendo, tenían que responder que el señor lo necesitaba y que lo devolvería enseguida.
“Cuando fueron encontraron al asno atado cerca de una puerta y se lo llevaron, algunos de los que estaban ahí les preguntaron qué hacían, luego pusieron sus mantos sobre él y lo llevaron. Jesús se montó mientras muchos tendían sus mantos sobre el camino, otros lo cubrían con ramas que cortaban en el campo, los que iban adelante gritaban: Hosanna bendito el que viene en el nombre de señor, Hosanna en las alturas”, citó.
Mencionó que con esta acción inicia la Gran Semana, la semana que está por encima de todas las semanas, cuando ya está cerca el momento en que Jesús tiene que pasar al mundo con su padre.
“Jesús entra triunfante a Jerusalén, no porque quiera recibir los aplausos del pueblo, era conveniente su presencia humilde y sencilla, era el esperado, pero elige un camino en el cual nos enseña que el protagonismo que tenemos que vivir en la vida es la voluntad de Dios y conocer que quiere el Señor de nosotros”, expresó.
Monseñor apuntó que cada ser es parte del plan de Dios, un proyecto hermoso de salvación de todos los hombres, todos con un papel que deben desempeñar cumpliendo el compromiso con el Señor y acompañados de Jesús.