Como cada año en San Pedro Molinos cientos de vecinos, autoridades y habitantes de pueblos vecinos veneran a la Cueva Mágica “Kava Yuu Yavi” en Mixteco significa “Peña con agujero o hueco de agua”, esto para pedir un año más de buenas cosechas para alimentar a la gente.
Efrén Torres Ramírez, músico, compositor e historiador de la comunidad habló de esta tradición que comenzó con sus vísperas desde muy temprano, cohetes, peregrinación, misa de acción de gracias y una misa más junto a la cueva, comida y fiesta fue parte de este ritual que data de cientos de años atrás, y que incluso cuenta que era un festejo más gran y que reunía a miles de pobladores para hacer una convite que duraba días.
El cronista de esta comunidad narró de forma breve la historia de esta cueva mágica donde el amor de un hombre Ndozo con poder y riqueza originario de San Pedro pidió la mano de una mujer Ndozo de San Miguel el Grande, donde la mujer después de varios intentos, regalos y cortejos rechazaba al señor de Molinos.
Después de seguir intentando la bella mujer accedió a casarse pero la condición fue hacer una gran obra en una noche para su comunidad. El señor se ofreció a traer el agua a los molinos de trigo que no había en las cercanías y la tuvo que robar a las montañas de Yucunicoco para ganar la apuesta; por su parte, la mujer iba a edificar un templo; sin embargo, ella no quería y tuvo que huir por lo que el hombre la alcanzó haya por Zacatepec cerca a la Costa y justo cuando la toma los alcanza un rayo y los convierte en piedra para siempre.
Es por eso que parte de esa historia se hace real en su tradición oral al mirar este capricho de la naturaleza en su forma rocosa y que dentro lleve una gran cantidad de agua cristalina que provee a esta comunidad y mantiene una vasta producción de aguacate, cultivos y alguna vez molinos de trigo.
Cupertino Cruz Pérez, presidente municipal, dijo que su labor es apoyar y difundir esta tradición de la comunidad, donde se busca que cada vez más gente acuda a este lugar a poco más de 50 minutos al sur de Tlaxiaco con rumbo a Santiago Yosondúa.
Alfonso Cruz Ortiz, presidente del Comisariado de Bienes Comunales en San Pedro Molinos, destacó esta responsabilidad de la autoridad agraria de concentrar a las más de 70 madrinas, organizar los cohetes, la procesión y además la comida para más de mil personas, en este caso fue un rico mole de frijol y nopales además de tepache, pulque aguardiente y refrescos.
Indicó que una de las tareas fundamentales es mantener limpio el lugar y protegerlo, además de promocionar su restaurante, cabañas y un centro de reuniones donde en este caso se realizó la comida y festejo.
Cabe referir que otro de los actos importantes después de la misa y donde van las madrinas a colocar la cruz y las flores, también bailan una de las danza más antiguas de la Mixteca como son los Maromeros, quienes al ritmo de la música de banda y cuerdas prueban su suerte cruzando un mecate de lado a lado bailando y brincando en este acto circense.
Álvaro López Reyes, de los maromeros más antiguos y experimentados de Molinos dijo que lleva poco más de 30 años llevando el maquillaje de payaso y atuendo, de esta forma participa y enseña a las nuevas generaciones esta forma de baile y espectáculo divertido para los asistentes.
“Nos gusta lo que hacemos, pero más nos compromete cuando jóvenes se suman y quieren aprender y no dejar de bailar al filo de la cuerda las canciones de los luceritos, un grupo musical de los 80 y además la música de don Efrén Torres y su sonido de los violines”, expresó el hombre.
Finalmente, esta fiesta se siguió de largo con la comida y se esperó que las plegarias hicieran efecto con la bendición de la lluvia que anuncia que la cueva mágica festejó un año más de esta unidad de la comunidad y los pueblos vecinos.