Una azucarada ofrenda en muertos

Los mercados se pintan de coloridas figuras denominadas alfañiques, desde días antes de la festividad de Día de Muertos para que las familias lleven este dulce a sus altares y honrar a sus familiares.

De acuerdo con personas que elaboran este producto, está hecho a base de azúcar de caña, agua caliente, limón y grenetina para formar una pasta, así como algunos emplean el huevo y otros ingredientes.

Pues la forma de realizarse, varia de cada estado y en algunos les agregan chocolate, almendra, miel y pastas.

Las manos de los creadores son las que forman sus figuras, de acuerdo a la imaginación y moldes que tienen y así van dando la mejor opción para los altares de noviembre.

En su mayoría, los vendedores opta por figuras calacas, con adornos vistosos para llamar la atención de las personas quienes gustan por la compra de estas decoraciones para sus mesas.

De acuerdo con información de la web, estas artesanías tienen una feria y festival en Toluca, Estado de México, donde se pueden encontrar creaciones sorprendentes elaboradas por manos mexicanas.

Los dulces, se ocupan más por las familias al poner los altares infantiles, porque existe la creencia que serán muy bien aceptados por los infantes ya muertos para endulzarles el camino.

De acuerdo con vendedores del mercado donde se encuentran estas piezas, son decenas de hombres y mujeres que dependen de esta elaboración y el adquirirlas, significa que se está apoyando la economía familiar.

“El alfeñique se prepara desde los tiempos coloniales en gran parte de Latinoamérica pero en México, las casas se llenan de este dulce de colores en el Día de Muertos cuyas figurillas son principalmente de calaveritas en las que en muchos casos se las agrega nombres personales”, se encontró en Internet.

De este producto se pueden encontrar las calaveritas antes mencionadas, ataúdes con su difuntito adentro, animalitos, angelitos y frutas de las que luego aplican la creatividad para pintarlas y decorarlas.

“En México el alfeñique es un fenómeno sincrético en el cual se funden costumbres y técnicas indígenas con las traídas por los españoles que a su vez heredaron de las culturas árabes”, se encontró en la información referente al alfeñique.

El dulce, es un complejo objeto artístico que reúne en sí mismo al infinito espectro de aromas, texturas, sabores y colores que sintetizan el refinado gusto popular que se ha decantado a lo largo de la historia mexicana, se añadió.

Actualmente sus formas son: calavera, ataúdes con su muertito adentro, angelitos, animalitos y frutas, pero va cambiando conforme los estados y las creencias de las personas.

En Oaxaca, las formas del alfeñique son de calaveritas, coronas, cruces y muertitos, hechos de azúcar cristalizado con miel en el centro.
en los altares es común ver estas piezas y en ocasiones, sirven para regalarlas a los vivos dentro del intercambio que se dan las personas de sus ofrendas.

Solemos ver que las piezas se ponen ya sea solas, encima de alguna fruta o entre los tradicionales panes de yema.

En los costados pueden llevar los nombres de los seres queridos y cuyas memorias se hornas en estas fechas, siendo en la entidad, más del 80 por ciento de población la que se define como católica y que se suma a esta celebración.

Son en las plazas públicas donde comúnmente se venden estos adornos dulces para esta época de honrar a los muertos.

Sayra Cruz

Reportera en El Imparcial de Oaxaca, redacta sobre temas políticos, educativos, magisteriales y turísticos de la ciudad de Oaxaca y el estado, además de los fenómenos migratorios y de necesidades sociales, entre otros. Estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad “José Vasconcelos” de Oaxaca.

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