Flores, moles, pan y chocolate, son los productores más demandados ena las fiestas de los Fieles Difuntos

A unas horas para la celebración de los Fieles Difuntos, en la Villa de Zaachila hombres y mujeres dieron vida al tradicional día de plaza, al comprar lo necesario para colocar la ofrenda y el altar a sus muertos.

En el municipio conurbado a la capital y localizado en los Valles Centrales de Oaxaca, la festividad se prepara con gran entusiasmo.
Desde temprana hora, en la tradicional “Plaza de Muertos”, se pudieron observar los puestos de flores de cempasúchil y borla, que se instalaron en la Calzada Vicente Guerrero.

Además, de las mujeres que ofrecen pan de yema, pasta para el mole y chocolate, así como las macetas de barro, cerámica y plástico que contiene plantas alusivas a las fechas.

Pero también los comerciantes ofrecen las tradicionales calaveritas de azúcar, panes decorados y adornados de caritas de colores, así como los de yema, se convierten en los protagonistas de la temporada.

Otros más buscan la jícama y la nuez para ofrecer desde hoy 31 a los angelitos que llegan a las casas para posteriormente dar paso a los fieles difuntos, que dice la tradición llegan el primero de noviembre y parten el día dos.

La vendimia de Zaachila comienza desde muy temprano en sus calles, ahí reciben a propios y extraños con un suculento consomé de carne de chivo, memelitas o platillos de la gastronomía local, como las enmoladas con pollo frito o enfrijoladas con tasajo y el infaltable chocolate de leche con pan de yema.

El intercambio de productos y servicios llegará hoy a su máxima expresión, pues casi todos dejan para el último las compras, admiten los comerciantes.

Algunos puestos venden dulces de la temporada que se elaboran con piloncillo, tales como la calabaza en dulce, mismos que si no se los comen antes servirán para ser colocados en el altar.

De igual manera, en el interior del mercado los puestos de pan se han revestido de colores diversos. A lo largo del día, hombres y mujeres, visitantes y locales recorren los angostos pasillos para degustar y comprar sus mercancías.

La Villa de Zaachila se ubica a tan sólo 20 minutos de la capital del estado, y es una comunidad en donde se vive con fuerza la fiesta de los “Fieles Difuntos”, año con año, los zapotecas celebran a sus muertos como parte de sus tradiciones y costumbres.

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