En esta temporada decembrina, quien visite la ciudad de Oaxaca y los municipios conurbados podrá disfrutar de las festividades que se realizan en torno a la Navidad, una época especial para los fieles católicos.
Miguel Ángel Chávez Romero, historiador y escritor cultural, explica que la temporada navideña se vive de una manera muy especial en la Verde Antequera.
“La Navidad es una época muy esperada no solamente por los fieles católicos, sino por toda la sociedad oaxaqueña, incluso a nivel nacional e internacional, ya que los artesanos y hortelanos ofrecen un espectáculo único en la Noche de Rábanos y en la colocación de sus nacimientos”.
La Noche de Rábanos nació como un espectáculo de la Navidad, “porque cada 23 de diciembre los campesinos colocaban sus puestos en el zócalo para ofrecer productos como rábanos, caña, pescado, todo tipo de frutas y verduras”.
“La gente llegaba a comprar los ingredientes del ponche y la gastronomía que se degusta el 24 y 25 de diciembre, incluso se vendían casitas y musgos para los nacimientos. Cuando se decidió hacer el concurso de la Noche de Rábanos, en los primeros años también se incluyó el concurso de nacimientos”.
Chávez Romero refiere que durante las décadas de 1950 y 1960, artesanos oaxaqueños se empeñaron en construir sus nacimientos en sus viviendas, ya que el comité organizador recorría el Centro Histórico en busca de los mejores altares.
El Barrio de La Noria se distinguió por concentrar las familias más arraigadas en la escenificación del nacimiento del Niño Jesús, entre ellas la familia García Cortés y el artesano Juan Manuel García Esperanza.
A partir del 1 de diciembre, el corredor de la casa de la familia García Cortés, que se ubica sobre la calle Melchor Ocampo, esquina Xóchitl, se ilumina para revivir el paisaje bíblico.
A unas cuadras, sobre la calle de Vega, el artesano Juan Manuel García Esperanza, conserva uno de los nacimientos más espectaculares de la ciudad de Oaxaca, el cual inició a construirse hace más de 24 años.
“Hace años teníamos la costumbre de colocar en esta temporada el nacimiento, luego de la celebración del Día de la Candelaria se retiraba, pero como cada año se agrega algún paisaje nuevo o también objetos nuevos, llegó el momento en que ya se quedó en uno de los cuartos de la casa”, explica.
Don Juan Manuel refiere que desde hace 24 años su nacimiento se mantiene intacto en un espacio muy especial dentro de su hogar. “Cuando ya se acerca la temporada de diciembre lo único que hago es limpiar mis muñequitos”, mencionó.
Padrinos y madrinas
De acuerdo con el antropólogo cultural Jesús Lizama Quijano, los días previos a la Navidad traen consigo expresiones populares diversas como las posadas, que se celebran durante las nueve noches anteriores al 25 de diciembre.
Estas actividades, que son una conmemoración del pasaje bíblico que narra los problemas que José y María tuvieron para encontrar hospedaje en Belén, no difieren de las que se realizan en el resto de la república mexicana. No obstante, “lo que sí es una costumbre es nombrar padrinos o madrinas del Niño Dios, que son los que se encargan de adornar el templo para estas fechas”.
“La Nochebuena se hace presente en Oaxaca, cuando se realiza la Noche de las Calendas, donde cada barrio se organiza para llevar a cabo una procesión para posteriormente retornar a su iglesia. “Si bien las calendas se realizan para anunciar la víspera de la fiesta de un santo titular, en el caso de las que se celebran en la Nochebuena, nada tienen que ver con el anuncio de festividades, pues parece ser que desde sus orígenes fueron procesiones del Niño Dios, llevado en brazos por una madrina, discurriendo por las calles en un ambiente de sana y piadosa alegría”, menciona el antropólogo.
Destaca que el ambiente navideño es posible percibirlo en Oaxaca gracias al alumbrado público especial para este tiempo, a los árboles de Navidad que se encuentran en cafés, bares y restaurantes; a los nacimientos que se observan en las iglesias, parques y en algunas casas, o por los productos que se venden en el comercio local, entre otros muchos signos.
En víspera de la Navidad, las autoridades colocan un nacimiento en el zócalo de la ciudad de Oaxaca, donde los visitantes disfrutan los paseos en medio de las flores de nochebuena y los laureles.