En esta comunidad, cercana a la capital del estado, se vive un ambiente de fiesta, los días previos a la festividad anual de su santo patrón San Antonio Abad, diversas organizaciones, así como fieles católicos, rinden culto a la sagrada imagen que se venera en el templo de esta población.
Desde el pasado 6 de enero que inició el novenario, las calles de esta comunidad al sur de la capital se llenan de alegría al paso de las bandas de música, el sonido de los cuetes, para concluir por la tarde con una celebración eucarística en el santuario ubicado a un costado del palacio municipal.
Al concluir la misa a cargo del párroco del Templo de San Agustín de las Juntas, autoridades municipales, en coordinación con transportistas, comerciantes y pueblo en general, en el atrio del recinto se reúnen para presenciar la quema de los tradiciones “toritos”, el baile de los tradicionales monos de calenda y la tirada de dulces.
Rinden culto a San Antonio Abad, los diferentes sitios de automóviles de alquiler, así como camiones de volteo, pipas, moto taxistas, tianguistas, además de las diferentes capillas de la población, tablajeros, y propietarios de misceláneas de la comunidad, así como el Alcalde Constitucional, el Comisariado Ejidal.
Asimismo, el día 15 de este mes alrededor del mediodía está previsto que se lleve a cabo la misa de calenda que recorre las principales calles y secciones de la población cercana al Centro Histórico; posteriormente, al día siguiente por la tarde la misa de maitines y por la mañana del día 17, la misa patronal.
SANTO MILAGROSO, ALCALDE
El alcalde Constitucional, Agustín Luis Antonio, quien tiene a cargo la organización de la festividad, comentó que desde hace muchos años se sigue manteniendo esta tradición entre los pobladores que profesan la religión católica, “en un ambiente de alegría durante nueve días se festeja a San Antonio Abad”.
Hizo hincapié que anteriormente no se llevaba a cabo el novenario, pero con motivo de sus milagros que ha hecho el Santo Patrón de la población, es como se lleva a cabo desde hace mucho tiempo, “cada uno de nosotros que tiene la fe y la voluntad acude a las celebraciones que se llevan a cabo”.
Durante todos esos días, añadió, se vive un contexto de júbilo muy grande que inicia con el convite que se realiza cada año, los fuegos pirotécnicos, el jaripeo, posteriormente el baile, una comida comunitaria, “hacemos una cordial invitación a todas las personas tanto de la población como de las zonas aledañas para que asistan a la festividad”, acotó.
SE PIERDE LA FE, PRESBÍTERO
Entrevistado al término de la homilía, el presbítero Alejandro Ramírez Garita, resaltó la vida de San Antonio Abad, quien según las sagradas escrituras, es un santo de los primeros siglos de la Iglesia católica que vivió en el silencio y la pobreza, por lo que se representa con un libro en la mano o con animalitos.
Siempre estaba en el campo, en contacto con la naturaleza, desde esa pobreza y sencillez, logró encontrar a Dios, apartándose de las ciudades de aquel tiempo y en la soledad logró ir descubriendo su fe y el amor de Dios hacia la naturaleza y el hombre, precisó el religioso.
Durante su mensaje dirigido a los fieles católicos que asistieron a una de las celebraciones eucarísticas, subrayó que las costumbres son agradables; sin embargo, un árbol sin raíces se seca, el Estado de Oaxaca y San Antonio de la Cal, tienen mucho de ellas, pero se están perdiendo.
El sacerdote citó el caso de esta población en donde se produce la tortilla tlayuda, “muchos ya no quieren comerlas, prefieren un pizza o una hamburguesa, sin darnos cuenta esto está haciendo que se esté perdiendo el gusto por algo que es una tradición oaxaqueña, lo mismo está sucediendo en el orden mundial.
Se están cambiando muchas cosas, reiteró, el hombre está perdiendo muchas raíces, en la misma fe está sucediendo lo mismo, muchos viven la festividad con alegría y todo lo que hay, pero se ha perdido la fe de los mayores y eso sería muy bueno rescatar”, concluyó el clérigo.