Pobladores de Santiago Nundichi honra al niño Jesús

Los apadrinamientos en Santiago Nundichi cumplen 60 años de servicio, una herencia de la familia Ibáñez de la ciudad de Tlaxiaco, cada tercer viernes y sábado de enero llegan a esta comunidad para ofrecer misas, rosarios y una calenda, en honor al dulce nombre de Jesús.

Son muchos los milagros y ya son varios los padrinos que se han acercado desde la ciudad de Tlaxiaco a esta celebración. La familia Ibáñez López, que cumple 57 años de ofrendar, da sus contribuciones para la imagen milagrosa el sábado, consiste en hacer una calenda por las principales calles de la comunidad, da aguinaldos y juguetes a los niños, ofrece la gastronomía que consiste en pozole, el tradicional mole negro, arroz y frijoles; además, por la noche se queman los toritos y el castillo.

TRADICIÓN FAMILIAR

Raymundo Ibáñez Zafra, padrino de calenda desde hace 60 años, comentó que “esta es una ofrenda que inició el jefe de la familia, el señor Alejandrino Ibáñez, en coordinación con las familias Ibáñez Zafra, Ibáñez Martínez, Ibáñez Mendoza, nos unimos y celebramos en esta comunidad, damos ofrenda en su honor”.

Recuerda que desde niño caminaban tres horas aproximadamente, las cosas las echaban en burros; entre las personas que acompañaban, está una persona que le decían el güerito Cruz, don laco, Maclovio Ibáñez y otras personas que acompañaban esta travesía milagrosa.

Son 60 años que le han ofrecido honor al niño dulce nombre de Jesús, que ha sido muy bueno y milagroso, le ofrecen una calenda, misa, un rosario, juegos pirotécnicos por la noche del viernes, a los niños se les regala juguetes y a la comunidad, algunas ropas, así esta fiesta se hace cada año en coordinación con los habitantes de Santiago Nundichi, muchos de ellos dan sus guezas o se hacen presentes para festejar a esta imagen milagrosa.

Rosalba López Santiago, madrina con 57 años de servicio, da a conocer que cuando era joven empezó a visitar al dulce nombre de Jesús. Recuerda que cuando tenía el primero de sus nueve hijos ella ya caminaba de dos a tres horas para llegar a este santuario, llevaba sus presentes a la imagen, porque ya ayudaba a sus suegros que eran los padrinos que ofrecían en la calenda.

LOS INICIADORES

Los ciudadanos Ernestina Pérez Soriano y Arnulfo Ibáñez Torres, actualmente de 103 años de edad, fueron los iniciadores de organizar calendas y ofrendas al niñito dulce nombre de Jesús, tradición que inició en el año de 1962, trasladaban sus cositas en burros entre las veredas del bosque hasta llegar al centro de la comunidad.

Esta festividad y sobre todo los apadrinamientos hacen que regresen sus nueve hijos que radican en diversos estados de la República Mexicana, es para ellos también una tradición de apoyar, además que cada año dan sus aportaciones en honor a la imagen católica.

Este año como los anteriores se da la alimentación a los acompañantes que sobre todo son los habitantes de la comunidad de Santiago Nundichi, a los niños se les regala juguetes y a las personas en general se les da ropa y aguinaldos.

QUIERE MÁS AÑOS

Rosalba López Santiago, madrina con 57 años de servicio, da a conocer que su máxima esperanza es llegar a los 60 años de desempeñar este cargo. Actualmente, ya tiene 75 años de edad y tiene muchas ganas de seguir sirviendo, es algo que no puede dejar de hacer porque es de mucha devoción, ha sido merecedora de muchos favores del niñito, pero siempre su mirar es servir, ofrendar su calenda y rosarios al niñito le dio un favor cuando ella era joven la salvó.

iba a morir, pero a la imagen católica le pidió con todo su corazón que la salvara porque quería estar al lado de sus hijos que eran pequeños y así sucedió. Ante este milagro ella desde hace 15 años da su contribución ofreciendo su calenda, ella y sus hijos regresan desde la Ciudad de México, lugar donde radican.

ES MUY MILAGROSO

El niño de Nundichi ha sido muy milagroso porque le ha ayudado mucho, ya que su marido murió cuando sus hijos eran pequeños; por ello, es que siempre ha contribuido dejando su manda, recuerda que pidió permiso a los padrinos primeros para ayudar, al señor Arnulfo Ibáñez y desde luego a la señora Rosalba López Santiago, con quienes ahora asumen el cargo de padrinos con mucha responsabilidad.

Es una cosa muy grande que siento al ser madrina, cuando está el rezo el corazón me late más rápido y es de mucha emoción, esto es cada año, no me canso y seguiré sirviendo a la comunidad de Santiago Nundichi, ya que la aportación que hacemos es muy poca a tan grandes milagros del niño, es muy lindo y nos ayuda mucho en salud.

Las familias Ibáñez López, Rosas Cruz, Paz Garduño, González Díaz, son las pioneras que siempre y desde hace más de 50 años han dado un servicio a la comunidad, pero más que eso es la fe que los mueve para ofrendar, aunque coinciden que los tiempos han cambiado, la comunidad antes era más colaborativa.

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