Una gran cantidad de personas se preparan para degustar este próximo 2 de febrero los tamales de mole, dulce, chepil, salsa verde y amarillo o flor de calabaza, entre otros, acompañado de un atole de leche o champurrado, en el marco de la festividad de Nuestra Señora de la Candelaria, en la cual se hace la presentación del Niño Dios.
De acuerdo con la tradición originaria de Tenerife, Islas Canarias al suroeste de España, quien encuentra al “muñequito” en la Rosca de Reyes el 6 de enero, se convierte en el padrino, por lo que le corresponde ofrecer a familiares o compañeros de trabajo, los tamales y el atole elaborado de maíz.
Según comerciantes del producto, esta situación se lleva a cabo en los hogares, así como en las oficinas y los centros de trabajo, es una tradición que no puede pasar desapercibida, por lo que los sitios de venta desde muy temprano se ven saturados, de ahí que esperan tener buenas ventas.
TRADICIÓN QUE PERDURA
Laura Quevedo Cruz, quien desde hace más de 40 años se dedica a la elaboración de los tamales en sus diferentes presentaciones, comentó que fue su madre Angelina Cruz Noriega (QEPD), quien inició con la tradición que continúa con sus hijos, entre de ellos, Ana Laura Domínguez Quevedo.
Recuerda que la autora de sus días, en aquel entonces vendía sus productos en el interior del Mercado de la Merced, que se encontraba ubicado a un costado del templo del mismo nombre, justo en las calles de Manuel Doblado y la Avenida Independencia de esta capital.
Quevedo Cruz subrayó que aun cuando en esta temporada la materia prima en ocasiones se llega a incrementar hasta un 300 o 400 por ciento, ellos no pueden aumentar el precio; no obstante, se espera que las ventas se acrecienten de manera considerable porque las últimas dos semanas “han estado muy bajas”.
SACRIFICAN GANANCIAS
Precisó la comerciante que todo lo que se utiliza para la elaboración de los tamales se compra en el Estado, las hojas de plátano provienen del Istmo de Tehuantepec, por lo que llegan a tener un costo de 700 pesos el rollo.
Doña Laura explicó que si el rollo de hoja de plátano el día de hoy tiene un costo de 500 pesos, ella compra la que va a ocupar, pero si acude el jueves al mercado y subió de precio prefiere no elaborar este tipo de tamales, ofrece el mismo producto solo que envuelto en hoja de maíz.
La comerciante —quien expende sus productos en el Mercado Cuarto Centenario— añadió que desafortunadamente para los vendedores y afortunadamente para los compradores, “nos vemos en la necesidad de mantener el precio, no se pueden aumentar los costos, aparte existe mucha competencia; sin embargo, tiene que ver mucho la calidad del producto y el prestigio de los años”.
DECAEN LOS “ENCARGOS”
Doña Petra, quien vende tamales en el Mercado Benito Juárez, por su parte, comentó que años anteriores con tiempo las personas acudían a realizar sus “encargos”, situación que actualmente se mantiene, aunque ha mermado un poco, atribuyendo esto a la difícil situación económica.
Mientras tanto, César Gabriel Hernández, entrevistado cuando cotizaba los precios de los tamales, comentó que es una costumbre que se realiza desde muchos años, por lo que este día 2 de febrero hay que levantarse muy temprano para acudir a comprar sus tamales, porque “si no se acaban”.
Cabe señalar que en diferentes partes, los tamales de rajas, salsa verde, amarillo, de mole envueltos en hoja de totomoxtle se venden a 15 y 18 pesos cada uno. En tanto, los de mole de hoja de plátano tienen un costo de 28 y 30 pesos; asimismo, los de frijol, chepil y de dulce, valen entre 10 y 12 pesos.
Varias de las personas que se dedican a la venta de tamales, por separado, a través de este medio hicieron una invitación a la sociedad en general para que acudan a comprar este tipo de productos, con el fin de contribuir con su economía, aparte para seguir preservando esta tradición.
CELEBRACIONES RELIGIOSAS
El día de la festividad que se realiza en honor de la Virgen de la Candelaria cuyo nombre se deriva de “candelero”, que representa la “luz Santa”, la cual ilumina el buen camino, es una festividad en la que participa todo el pueblo católico.
Cientos de personas llevan a cabo la presentación del Niño Jesús en el templo que se localiza en la agencia municipal de Cinco Señores, de igual manera, de acuerdo con la Iglesia católica, se celebra la purificación de la virgen después del parto y la Virgen de la Candelaria en su advocación mariana.
En este lugar está prevista una serie de actividades religiosas; entre de ellas, la procesión de aurora, las Mañanitas, así como la bendición de las imágenes de Niños Dios, y la repartición de velas, una comida comunitaria y la tirada de dulces para terminar por la noche con la quema de fuegos pirotécnicos, entre otras actividades.