Conciencia y tradición: celebra la Samaritana de forma responsable

La cada vez más creciente y preocupante problemática de la basura, que está íntimamente relacionada con el cambio climático, ha hecho que muchas personas tomen conciencia de la importancia de no generar más desechos.

Es por eso que, ante la llegada de una tradición tan importante en el calendario oaxaqueño, como el viernes de Samaritana, en que se regalan aguas de diversos sabores por toda la ciudad, se hace necesario que todos contribuyan con una acción bastante sencilla: llevar un vaso no desechable consigo, para recibir las porciones.

En años anteriores, cada puesto situado en cualquier escuela, negocio u oficina estaba preparado para recibir a todo aquel sediento para regalarle una ración de agua fresca. Por ello, desde hace tiempo se han ofrecido las aguas saborizadas en vasos de un solo uso que, al finalizarse la ración, van a parar a la basura, cuando no a las calles.

Pensando que un paseante visita al menos cuatro “pozos”, serían cuatro vasos que se desecharían en un periodo corto de tiempo y en un solo día. En la actualidad esta práctica es resulta inconsciente, dado que la problemática del manejo inapropiado de los residuos afecta a la ciudad de Oaxaca, y a nivel mundial, los desechos plásticos se han vuelto un dolor de cabeza que afecta tanto la tierra como los mares.

Evitar a toda costa el consumo de vasos desechables de plástico o unicel contribuirá a no generar una gran cantidad de basura en un solo día, que además, tardará cientos de años en reintegrarse al ambiente, causando daños al ecosistema.

 

Oaxaca es una ciudad en la que se genera gran cantidad de desechos diariamente y esta fecha podría representar un riesgo si no se es consciente de que emplear recipientes desechables hace que se produzca basura extra a la ya contemplada. En vez de ello, se puede disfrutar de manera ecológica.

Un vaso o recipiente reutilizable, ya sea de plástico firme o cristal; un cilindro con tapa o una jícara tradicional, cualquiera de esas opciones puede servir para que al pasear por la ciudad y acudir a cualquier puesto de las típicas samaritanas, sirvan el agua sin ningún problema, liberándonos de la culpa de generar ni un gramo de basura.

Además de contribuir a la reducción de desechos, se le da un giro ecológico a una tradición que con gusto se celebra año con año, cada cuarto viernes de Cuaresma.

No hay que olvidar también, pedir el agua que se va a consumir, para evitar desperdiciar el sobrante, y disfrutar las tradiciones de manera responsable.

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