TEXTO: LUCIO GOPAR
FOTOS: OMAR MAYA CALVO

Oaxaca ha sido catalogada como una de las ciudades más hermosas del mundo y su Centro Histórico es Patrimonio Cultural de la Humanidad.

De todo el país, la ciudad de Oaxaca de Juárez ha sido considerada la segunda ciudad más bonita de la República Mexicana, según la importante Operadora de Servicios Turísticos “México Destino”.

A nivel internacional la ciudad recibe el título de la quinta ciudad más bella del mundo. Este reconocimiento se otorga como resultado de diversas encuestas que se realizan a turistas que viajan a todas partes del mundo. Estos datos se recolectan para la “World’s Best Awards” que reconoce a los destinos más populares y bellos según los viajeros.

Estas encuestas usualmente se dan a conocer a través e revistas especializadas en turismo como la Travel + Leisure, donde este año Oaxaca obtuvo 89.16 puntos de 100. En un artículo se menciona que esta ciudad “recibe elogios por su sublime escena gastronómica”.

Sin embargo, estos son tan solo algunos aspectos de esta maravillosa ciudad, pues sus barrios y municipios también poseen belleza propia y única en su tipo. Cada uno de ellos tiene fiestas en diferentes fechas durante todo el año, que también son populares y las disfrutan lugareños y visitantes.

Dicen que la capital siempre está de fiesta pues el ambiente en el andador turístico nos hace creer que es así, con sus diversos colores y sus músicos callejeros que amenizan nuestros paseos.

La calle que inicia desde la plazuela de la Cruz de Piedra hasta el zócalo y corazón del Centro Histórico siempre está repleta de gente que camina con una enorme sonrisa que contagia, siendo una de las principales atracciones en el centro de la ciudad, pues conduce a lugares como el Templo de Santo Domingo de Guzmán y los principales bares y restaurantes de la Verde Antequera.

Durante todo el año, este andador forma parte de las rutas principales por las cuales pasean las calendas para el deleite de quienes pasean por este lugar.

La arquitectura que se puede observar en cada de uno de los establecimientos, museos y restaurantes que rodean esta calle, es digna de admirar.

Los paseantes pueden deleitarse con alguno de los alimentos que puede encontrar en los típicos carritos ambulantes, o simplemente pasear tomados de la mano de sus seres queridos.

Una de las principales festividades que se dan lugar en este largo camino, son las que se desarrollan durante la Guelaguetza, pues gracias a la fiesta folclórica más importante de nuestro estado, diversos municipios se reúnen para recorrer nuestras calles mostrando un poco de su cultura y tradiciones con las conocidas calendas.

Comunidades de las ocho regiones, organizan grandes desfiles con bailes y música muy alegre, donde las mujeres y hombres visten sus trajes de gala mientras danzan y giran recorriendo estas calles.

La música viva de las bandas integradas por niños, jóvenes y adultos, con monos de calenda, marmotas y los fuegos artificiales, dan vida a este andador turístico, que se viste de gala durante los sábados previos a la Guelaguetza, que son el tercero y cuarto lunes del mes de julio de cada año.

El andador turístico es el escenario principal si quieres conocer la esencia principal de esta ciudad que parece nunca descansar, pues a lo largo de sus calles encontrarás a cientos de espectadores asombrados por sus maravillas, compartiendo con una sonrisa contagiosa la alegría de su corazón.

En este lugar se presentan exposiciones pictóricas, ferias de artesanías y en algún punto se establecen puestos temáticos alusivos al día de la Samaritana, un día en que se regalan aguas frescas a los transeúntes.

El andador turístico brinda la posibilidad de desarrollar diferentes actividades tales como disfrutar de una rica comida, sentarse a disfrutar de los sonidos y la música, así como de adquirir alguna artesanía fabricada por manos oaxaqueñas.

Artesanías con historia

Verónica Lorenzo Quiroz es una mujer ejemplar que también disfruta del andador turístico y lo enriquece también con su labor cultural.
Representa dignamente a muchos artesanos que producen el algodón coyuche, un legado casi extinto en nuestro país, pero que un grupo de familias de la región de la Costa que pertenecen al grupo “Tejedoras de Vidas y Sueños” A.C., han podido rescatar y mantener vivo, gracias a su trabajo y su gran esfuerzo. Con ellos han logrado también conservar el algodón natural en sus colores marrón, verde, rojo, blanco y bayo, que son tonalidades naturales de este material.

El proceso para obtener estas tonalidades naturales dura un año, pero los resultados son extraordinarios y con ese algodón llevan a cabo diversas piezas y prendas, que pueden ofrecer a los visitantes que pasean por esta avenida principal.

Y es que las piezas que se logran son únicas, lo cual es valorado por los visitantes que llegan de todas partes del mundo y que a primera vista, quedan enamorados de este tipo de prendas. Sin embargo, es al conocer un poco más a fondo todo el proceso artesanal que quedan totalmente convencidos. Cada pieza representa una parte de la historia de nuestro estado y de una labor que lucha por mantenerse viva.
“Nací en el municipio de San Juan Colorado en la costa de Oaxaca, un primero de Agosto y en Julio de 1996 me vine a vivir a la ciudad de Oaxaca de Juárez, en busca de oportunidades para comercializar textiles de mi tierra. Uno de los grandes motivos por involucrarme en esto, fue que mi mamá la Sra. Alegoria no hablaba español y eso la limitó a poder hacer negociaciones, fue entonces que yo continué el proyecto que ella inició”, explicó Verónica Lorenzo. “Desde luego que el motivo más grande para desarrollar todo el trabajo ha sido el querer ayudar a mi familia, así como dar a conocer los textiles de mi pueblo, los cuáles en este 2019 ya son reconocidos a nivel mundial, cosa que nos costó 30 años lograr”

Verónica espera que este legado continúe con las futuras generaciones, por lo que se ha dedicado a fomentar a jóvenes y niños a que practiquen esta labor.

“Mis metas son posicionar la marca, color y cultura en todo Europa y el mundo, uno de mis sueños más grandes es edificar una universidad en San Juan Colorado, que se dedique exclusivamente a los textiles y que esta institución educativa, acapare la atención del mundo”, explicó.

Verónica explica cuan orgullosa se siente de la riqueza cultural que representa a Oaxaca y sus ocho regiones y que ha llegado a tener un impacto en otras partes del mundo. Explica la importancia de conservar nuestra autenticidad e identidad y respetar nuestras raíces.

Así que ya sabes, si visitas la capital y quieres llevarte un recuerdo y apoyar la causa puedes visitar la tienda comunitaria ubicada en Tinoco y Palacios 507, para llevarte un pedacito de Oaxaca y colaborar con el trabajo de esta y más mujeres que se dedican a esta noble labor.

No lo olvides, visita Oaxaca y llénate de alegría y buena vibra recorriendo el andador turístico, es una experiencia que vale la pena vivir.