San Martín Tilcajete, Oaxaca.- A sus 52 años, Rubén Ramírez Ojeda tomó su indumentaria y se vistió de diablo blanco, el del bien, como lo hace desde que tiene memoria en esta comunidad de los Valles Centrales que con su carnaval que se realiza en la víspera del Miércoles de Ceniza y anuncia la Cuaresma católica.
La comunidad es conocida como la tierra del alebrije, pero este martes se llenó de gente -principalmente turistas extranjeros- para unirse a la fiesta con banda, mezcla y tepache.
Ayer fue la conclusión del carnaval que se conmemora durante los domingos previos al miércoles de ceniza.
En esta tradicional fiesta, ya abrieron la participación de las mujeres, dice la autoridad, ya que hace algunos años solo era para los varones y niños.
“Mire, ahí va una mujer con aceite y también están disfrazadas para participar en este carnaval”, dijo la señora Carolina que estaba en la calle viendo pasar a los diversos grupos participantes.
En el caso de Rubén, ha enseñado a su hija e hijo este amor por la tradición de la comunidad, misma que está reconocida a nivel internacional.
Los diablos negros se pintan el cuerpo de aceite quemado, del que usan los automóviles o de otro que sea más fuerte y resistente al calor.
“Yo acostumbro pintarme color plata, color claro, como representando la bondad, la claridad, los aceitados representan un poco la maldad, lo oscuro”, señaló Ramírez Ojeda.
Anteriormente, las mamás pintaban de tizne a sus hijos, de ese que tenían las ollas de barro o los comales para que salieran a bailar.
Cada año se realiza el carnaval en esta comunidad y su representación va a las comparsas a la ciudad de Oaxaca de Juárez, también en Ocotlán de Morelos.
El Diablo Tilca es el que representa Rubén Ramírez quien en un báculo colocó el nombre de su pueblo, uno similar al que sostiene en el templo católico el santo patrono de San Martín.
En la joyería, lleva piezas que se encuentran en la zona arqueológica en procesos de exploración llamada El Palenque.
Las calles de este pueblo se vistieron del carnaval, hombres y mujeres danzaron y el ruido de las campanas hacía llamar a la población o a los visitantes.
Los aceitados buscaban en cada visitante dejar una huella de la pintura que traían en el cuerpo.
La banda de música sonaba y los gritos de la fiesta profana hacían ruido en Tilcajete para que este miércoles lleguen los días de guardar en espera a la cuaresma.
El carnaval hace paradas en la casa del presidente municipal y en el domicilio del alcalde es donde se reparte la comida para toda la comunidad participante.
Asimismo, aunque anteriormente usaban chicotes o cuerdas, ahora ya no lo hacen porque les traía conflictos con las personas.
En diversas comunidades de Oaxaca se realizan los festivales como muestra de la convivencia del bien y del mal, así como la preparación para las semanas de guardar.
UNA BODA QUE UNE A LA POBLACIÓN
A las 12:00 horas, en medio de un intenso calor, se llevó a cabo la boda civil entre “Nachita y “Nachote”, teniendo como testigo principal al edil de la comunidad, Raymundo Jiménez Cruz.
El juez, un hombre disfrazado, empieza con la ceremonia en medio de algunas inconformidades de mujeres que reclamaron al novio como pareja.
Los contrayentes de 25 y 23 años son dos hombres caracterizados para este carnaval 2020 de Tilcajete y que significa la unidad entre la población, la autoridad y entre todos los habitantes.
Es el presidente municipal quien les da la bendición y el padrino es el alcalde, el que gasta para dar los alimentos que incluyen el desayuno, la comida y la cena.
La ceremonia se efectuó en el acceso al municipio donde se reúne toda la gente a disfrutar de la parodia, donde personajes llamativos, con atuendos entre los que destacaron disfraces de los diablos de tinta o aceitados, así como los ancestrales o legendarios y disfraces contemporáneos dieron su mejor participación.
CUESTA MÁS DE 70 MIL LA COMIDA
El alcalde municipal ya sabe desde que entra al cargo que será responsable de la comida de la gente que participe en el carnaval de Tilcajete.
El gasto que sale del bolsillo de esa autoridad oscila entre los 60 y 70 mil pesos, y a la autoridad municipal le toca lo referente al tepache y a la premiación de los mejores disfraces y máscaras que se celebra ya al cierre del carnaval.
Para esta ocasión, ya será dinero en efectivo lo que puso la autoridad municipal para cerrar esta festividad.
La autoridad espera la llegada de más de 3 mil personas, así como una importante derrama económica para los artesanos y para los que exponen la variada gastronomía de esta comunidad.
