El hermoso Barrio de Santo Tomás Xochimilco

Fotos: Omar Maya Calvo

Viajar es el mejor método para el intercambio cultural. Conocer nuevos lugares, ya sea en el extranjero o en la misma República Mexicana, nos provee nuevos conocimientos, ya sea en el ámbito de la historia, estilo de vida, etc.

Los lugareños siempre ofrecen su mejor carta de presentación en cada destino turístico, decididos a ofrecer lo mejor para que los visitantes se lleven el mejor recuerdo de cada lugar.

Tal es el caso de nuestro bello estado, que posee decenas de barrios con una inimaginable belleza.

Entre ellos se encuentra el famoso Barrio de Santo Tomás Xochimilco, digno representante de nuestros orígenes y de la belleza que caracteriza a Oaxaca.

Su nombre esta conformado por dos aspectos, el primero, hace alusión al santo patrono del lugar y el segundo, –Xochimilco- que significa “lugar de las flores”.

Parte de los vestigios que aún conserva este lugar, es el acueducto que recorre desde San Felipe del Agua y que termina en el templo del Carmen Alto, lugar donde anteriormente los pobladores recolectaban el agua para llevarla a sus hogares.

Los límites de este barrio anteriormente se ubicaban en el fraccionamiento conocido como La Cascada, y hasta el templo del Carmen Alto.

Parte del acueducto aún se conserva, dándole un toque especial a este lugar y que hoy se denomina Patrimonio Cultural de la ciudad de Oaxaca.

Son precisamente parte de este acueducto los famosos “arquitos”, donde actualmente se resguardan algunas viviendas que han tomado la estructura para adaptarla a sus hogares.

Como dato curioso, en este barrio radicaban anteriormente los mejores manteleros de la región, incluyendo excelentes artesanos textiles. Y esta actividad era distintiva de este barrio.

Por otra parte, barrios como el del Ex Marquezado se dedicaban a la elaboración del mejor pan, mientras que el el Barrio de San José se encontraban los mejores carpinteros.

El barrio de Xochimilco, como se le conoce hoy en día, es uno de los barrios más antiguos, fundado en 1486 por soldados mexicas.

Su templo fue erigido a finales del siglo XVI y en esta zona se encontraba también el Seminario Pontificio de la Santa Cruz.

Siendo sinceros, visitar este lugar es como volver en el tiempo, con la ventaja de que ahora no solo podemos encontrar familias dedicadas al ramo textil, sino que si tenemos suerte, encontraremos delicioso téjate y nieves de sabores únicos.