Donají, una leyenda de amor y drama

Las celebraciones de la Guelaguetza como producto cultural y turístico, comprenden actualmente a los Lunes del Cerro, los convites, el desfile de las delegaciones participantes, la presentación de “Donají, la leyenda” y la elección de la Diosa Centéotl. Así como una serie de actividades alternas en diversos puntos de la ciudad y municipios conurbados.

El espectáculo de “Donají, la leyenda”, se representa los domingos anteriores al Lunes del Cerro y su octava. Este fin de semana será la segunda y última puesta en escena de la obra, que conjunta a un aproximado de 90 artistas.

La obra nos cuenta la historia de Donají, hija de Cosijoeza (último rey zapoteca). Se habla de su nacimiento, vida y muerte en manos del pueblo mixteco. Es una historia de amor y drama.

Una parte de la historia de Oaxaca

De acuerdo con Jesús Lizama, autor de “La Guelaguetza en Oaxaca”, la leyenda de la princesa Donají, “como representación fue creada en 1983, teniendo como base una de las leyendas tradicionales oaxaqueñas; es decir, no sólo el guión es una referencia a un hecho históricamente no comprobado, sino que la misma puesta en escena es una construcción en la que se plasma lo que se piensa que fueron los pueblos prehispánicos”.

Asimismo, señala que el escenario, el vestuario, las danzas que se realizan o la música que se ejecuta manifiestan un conjunto de ideas que llega a ser aceptado y compartido por los oaxaqueños, quienes coinciden en que lo que ven es una parte de su historia reflejada en la obra.

Por su parte, Nidia Rosales Moreno, en su artículo “La leyenda de Donají: historia y representación”, comenta que la obra “narra una historia simple que parece de amor, pero que en realidad aborda el sacrificio de una mujer por su pueblo, por esta tierra heterogénea, políglota, donde se cuecen distintos modos de ver el mundo”.

Antecedentes de la puesta en escena

Lizama describe que si bien, la primera representación oficial de la leyenda de Donají fue en 1983, hubo otras ocasiones en que se mostró la historia de la doncella zapoteca.

Tomando en cuenta su investigación, “en 1932, como parte de los festejos del IV Centenario, el Dr. Francisco Leonardo Ramos escribió la obra La Princesa Donají, cuyo argumento narraba la guerra entre mixtecos y zapotecos, la entrega de la hija del rey zapoteco como rehén y su posterior muerte”.

Además, explica que este personaje ha formado parte de los Lunes del Cerro desde 1950, “cuando se presentó un arreglo escénico en el que se ejecutaron ”danzas rituales de Oaxaca“, y que fue llamado ”Homenaje a la Princesa Donají“, en el que tomaron parte alumnas de diversas escuelas de la ciudad, así como los danzantes de la Pluma de Teotitlán del Valle”.

En 1971, agrega, se volvió a presentar la puesta en escena, sólo que con la participación de los miembros del Grupo Folklórico Universitario, quienes realizaron una representación plástica en la Escuela de Bellas Artes, misma que repitieron un año después, en el atrio de la Catedral.

No obstante, notas publicadas en EL IMPARCIAL, el 22 de julio de 1972, estas representaciones de 1971 y 1972 se realizaron los dos sábados anteriores a los Lunes del Cerro, a diferencia de la actualidad, que se efectúan los domingos.

En cuanto a las puestas en escena de estos años, Gustavo Jiménez coincide con lo dicho por Lizama, pues en su obra “La Guelaguetza de los Lunes del Cerro” aborda de manera cronológica los sucesos que caracterizaron cada edición de esta fiesta desde 1932.

Así, por ejemplo, refiere que en 1971 el Grupo Folklórico Universitario presentó la leyenda de la Princesa Donají, lo que volvió a hacer en 1972 (pero ahora en el atrio de la Catedral Metropolitana).

También incluye, como Lizama, la puesta en escena de 1983, en la que “el Ballet Folklórico de Oaxaca presentó la obra Donají, la leyenda: una tradición más que historia”.

Sólo que esta vez se realizó en el Auditorio Guelaguetza, por la noche de los Lunes del Cerro y, a decir de Lizama, “fue como la culminación de las actividades de ese día”. Y a partir de esta fecha, el espectáculo se repetiría hasta la actualidad, gracias al apoyo del ayuntamiento de la ciudad, así como a una estructura definida y coherente, tanto del guión como de la representación misma“.

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