San Pedro Huamelula, pueblo mágico lleno de tradiciones

Construido en 1702, la iglesia de San Pedro Apóstol en San Pedro Huamelula, representa uno de los vestigios con mucho valor histórico de la región chontal.

Su estructura data del siglo XVII y su fachada está integrada por la portada principal de dos cuerpos, flanqueada por dos torres de un cuerpo, elaborado por tabique.

Juan Manuel Piñón, habitante del pueblo explicó que el acceso a la portada, tiene un arco de medio punto. A los flancos, columnas apareadas con nicho.

 

Dijo que con este ejemplo puede explicarse la gran penetración que tuvieron los españoles durante su conquista y colonización en la región, y en particular en este pueblo de Huamelula.

La llegada de los evangelizadores, pacificadores y construcción del templo, fue organizada conjuntamente por los dominicos.

Desde entonces, comenzaron las visitas esporádicas de los sacerdotes para celebrar misas y hacer el trabajo de las conquistas de almas.

Según Manuel Martínez Gracida, fue de 1770 a 1780, cuando los sacerdotes se establecieron de manera definitiva.

En esos años, suponemos, los frailes trajeron a Huamelula algunos juegos y representaciones teatrales, en combinación con las danzas, como lo hicieron en toda la República Mexicana y otros países.

La iglesia sigue de pie, y guarda celosamente las imágenes de San Pedro y San Pablo, los santos venerados por los pobladores, quienes con un ritual agradecen por sus bendiciones a la comunidad.

Esta iglesia, es uno de los principales atractivos del turismo local y nacional.

Huamelula se ubica a una hora distante de Salina Cruz, y sus habitantes se muestran nobles y hospitalarios.

 

Costumbres y tradiciones

De acuerdo con el libro titulado Huamelula, Pueblo Danzante, del escritor Jaime Zárate Escamilla, revela que ese pueblo chontal, encuentra en la danza una forma de identidad étnica que habla de la importancia que tiene el rescate y la continuidad de sus costumbres y tradiciones, mismas que dan cuenta de un pasado común huamelulense.

En las danzas de Huamelula se encuentran reminiscencias prehispánicas en el uso de instrumentos como la flauta y el tambor, en los símbolos y personajes como la estrella de ocho puntas, el tepache y la serpiente.

Así también, reminiscencias españolas en la temática como la de moros y cristianos, en los personajes como Santiago, San Sebastián o los ángeles y en la ocasión en que se ejecuta la danza como las fiestas del Santo Patrón.

Escamilla, oriundo de San Pedro Huamelula, resalta un amplio calendario de festividades que se realizan a lo largo del año en esta comunidad, entre las cuales están las de Carnaval, las de Semana Santa, las dedicadas a San Sebastián y a San Pedro, entre otras.

Enero: mes de San Sebastián

Las celebraciones en honor a San Sebastián tienen lugar en enero. En esta fecha el pueblo se engalana con dos danzas dedicadas al santo: la danza de Santiaguito y la danza de San Sebastián.

Danza de Santiaguito

 

El 19 de enero por la noche se festeja la danza de Santiaguito. Ésta se ejecuta en el atrio de la iglesia de San Sebastián, después de haber sido trasladada la estrella de ocho puntas desde la iglesia de San Pedro, hasta la de San Sebastián.

La danza simula una batalla que libran, al ritmo de flautas y tambores, dos grupos de doce danzantes cada uno; un grupo representa a los moros o musulmanes y el otro a los españoles o cristianos.

El uso del espacio escénico –dos líneas paralelas- nos remite al enfrentamiento entre ambos bandos y el uso de la energía corporal –flujo que aumenta cada vez de velocidad- hace referencia a un ambiente de guerra, en el que los danzantes se van eliminando uno por uno con ayuda de un bastón que funge como arma, hasta que finalmente sólo quedan en escena el personaje de Santiaguito y el del petatero que recién entró.

El primero representa al apóstol Santiago el “Matamoros” que es símbolo del cristianismo; se viste con camisa blanca, pantalón negro, lleva en la cabeza un trozo de tela blanca bajo un sombrero de palma, en una mano carga un fuete y en la otra una lámpara de pilas.

Se encuentra dentro de un armazón de bejuco cubierto con tela blanca que recuerda a un caballo. Este armazón se cubre con tela blanca y se le anexan una cabeza de madera y una cola de crin de caballo.

El personaje del petatero, por su parte, representa al pueblo y es golpeado por Santiaguito si no acepta los preceptos de la religión.

Este personaje está envuelto con un petate para protegerse de los golpes. Santiaguito y el petatero danzan juntos en escena hasta que finalmente se fusionan en un mismo bando y se convierten en aliados, encargados ambos ahora de calmar y poner en “buen camino” a los rebeldes o infieles que se opongan a creer en los elementos de la religión cristiana.

Huamelula,

pueblo danzante

Después de los azotes y los golpes propinados al público asistente, toca la aparición de la serpiente que es cargada por otro personaje.

Sobre la serpiente se encuentra un niño representando a Jesucristo y detrás los concurrentes aplauden y celebran al niño –a Jesucristo-. Mientras tanto, es ofrecido al público el tepache de caña como parte del ritual.

Para finalizar con la danza, los dos personajes principales, Santiaguito y el petatero se acercan a escena a la señal del cambio de ritmo de la flauta y los tambores. Dan por terminada esta representación.

Danza de San Sebastián

Para continuar con los festejos a San Sebastián, el pueblo de San Pedro Huamelula realiza el 20 de enero en el atrio de la iglesia de San Sebastián una danza en su honor.

Asisten a la celebración los vecinos, quienes quieren ver a los niños en su papel de San Sebastián, así como a los dos ángeles y a los danzantes turcos y cristianos.

Se acomodan los dos grupos de danzantes en dos líneas paralelas en señal de enfrentamiento, frente a ellos se encuentra San Sebastián en medio de la puerta principal de la iglesia, a cada lado del santo está cada uno de los ángeles.

La vestimenta de los turcos se compone de un saco negro, dos telas cruzadas en el pecho, así como una máscara con rasgos árabes y un sombrero cónico forrado con tela roja del que penden flores artificiales.

A este sombrero o “tofque” se le adhieren varios espejos laterales y varias campanitas en su interior. Estos personajes portan un machete en su mano derecha y una mascada en su izquierda.

El rey turco viste con capa, sombrero hexagonal corto y espada. Para los cristianos la ropa debe ser blanca, llevan sobre la cabeza una corona de flores, en su mano derecha una vara y en su izquierda una pañoleta.

El ritual, se convierten en un festejo que revive la tradición de ese pueblo chontal.

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