San Antonio Cuajimoloyas, lugar donde descansa la montaña

San Antonio Cuajimoloyas, Oax.- A tan sólo 56 kilómetros de la ciudad de Oaxaca se encuentra una de las ocho comunidades serranas del estado, caracterizada por su extensa vegetación, nubosos paisajes y una variada cantidad de hongos y papa.

San Antonio Cuajimoloyas se formó como un pueblo ecoturístico desde 1998, como parte de un proyecto de la comunidad, con la finalidad de brindar aventura y generar ingresos para las diferentes obras de mejoramiento y fuentes de empleo.

La historia del pueblo se da a mediados del siglo XIX, el bosque reinaba en la comunidad y los caminos rústicos del pueblo eran el paso para los mineros.

 

Por ese entonces, un importante minero español llamado Pedro Orozco decidió instalarse en Cuajimoloyas e introducir el cultivo de la papa, el cual continúa en la actualidad.

Las seis rutas de la aventura

Dos hombres emprendedores fueron los precursores del proyecto de ecoturismo, uno de ellos es el señor Eustorgio Martínez, quien formó las seis rutas que definen los principales atractivos de la comunidad, “nos internamos en el bosque y exploramos lugares que consideramos les gustaría a la gente, estuvimos cuatro días y encontramos espacios que actualmente son los más visitados”, menciona don Eustorgio.

 

Los 3 mil 200 metros sobre el nivel del mar generan el clima ideal para las seis rutas de paseo como El Cañón del Coyote, Piedra Colorada, El Llano de las Tarajeas, Xi-Nudaa, La Cueva del Fraile y El Mirador Yaa-Cuetzi.

Cada una de las rutas marcadas tienen un encanto especial, como El Cañón del Coyote con una altura de 30 metros; en la caminata de aproximadamente tres horas se pueden encontrar caminos con plantas medicinales, el avistamiento de un nacimiento de agua en una roca, nidos de coyotes y cuevas.

 

Por otra parte, en Piedra Colorada se rinde culto a la siembra y a la naturaleza, “nuestros antepasados ponían un altar, en donde rendían culto a la siembra y se le pedía permiso a la tierra para laborar en ella”. Los pinos, encinos y magueyes forman caminos rocosos que llevan a un antiguo reloj solar.

Con un recorrido de más de tres horas de caminata El Llano de las Tarajeas se asoma en la montaña, para acampar y convivir, además de ser el punto de encuentro en la Feria del Hongo.

En el Llano del Fraile se puede encontrar una cueva, cascadas y arroyos para caminar durante las lluvias.

Xi-Nudaa es un mirador con una mirada de 360 grados, que hace posible la vista de las comunidades de Benito Juárez, Latuvi y Francisco I. Madero.

 

Por otra parte, El Mirador Yaa-Cuetzi es para los aventureros que gusten de la adrenalina, ya que con la tirolesa de más de mil metros de largo, recorre todo el pueblo que ofrece una vista impresionante del bosque y la brisa de las nubes.

Además, de las rutas, la comunidad ofrece los servicios de cabañas en el poblado y en el bosque, un hotel comunitario, comedor, paseos en bicicleta y medicina tradicional.

Don Eustorgio destaca que en los recorridos por el bosque se pueden encontrar plantas medicinales, árboles de diversas especies y variadas explicaciones sobre los cultivos principales como la papa, el maíz, habas y chícharos; además de la crianza de ganado caprino y bovino.

Una comunidad organizada

Hace 17 años, la comunidad se organizó para formar una de las empresas rurales más destacadas del estado; en su formación existen cargos especiales como el coordinador de ecoturismo, administrador, recepcionista, guías y personas de limpieza, nombrados en una asamblea general por los pobladores el primer domingo de octubre.

Una de las asignaciones más importantes es la cago del comedor comunitario, ya que cada dos años, una familia del pueblo es nombrada para administrar el negocio, “es una gran ayuda para las familias, ya que todos participan y se les da la oportunidad de generar ingresos propios”.

 

De las ganancias obtenidas por el turismo, se destina para obras de la comunidad, fiestas patronales y los pagos de los trabajadores, entre otras necesidades.

Eustorgio recalca que la principal prioridad de la gente es dar un servicio de calidad y confort, ya que Cuajimoloyas es un lugar de descanso y relajación; “estamos muy contentos con la presencia de los visitantes, nos da gusto que convivan con la naturaleza y nosotros tratamos que se sientan como en su casa, que estén contentos para que vuelvan”.

Feria del Hongo, un impulso para todos

Desde el año 2001, la Feria del Hongo representa uno de los principales acontecimientos del lugar, ya que se realizan diversas actividades como talleres, platicas y conferencias.

Este evento se realiza a finales del mes de julio y surge por la iniciativa de un visitante francés a la comunidad; “se da un tour por el bosque y muestra el potencial de los hongos, hace la propuesta para la comunidad y lo aceptamos”, argumenta Eustorgio Martínez.

La aceptación entre los turistas y los lugareños se fue dando poco a poco, ya que actualmente se tienen contabilizadas más de 40 variedades de hongos silvestres comestibles; “a estas alturas, tenemos 15 años y nos sigue sorprendiendo que la gente del extranjero llegue a conocer y ver cómo se cocinan los hongos”.

El día del evento se hacen grupos de 10 personas apoyadas por un guía y se dedican por algunas horas a recolectar y seleccionar; terminada la jornada los pobladores ofrecen una convivencia en El Llano de las Tarajeas; al siguiente día se realizan actividades de conocimiento y programas alusivos al tema.

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