Desde la creación de los timbres postales en 1840 en Londres, Inglaterra, podemos asomarnos a través de sus diseños a la historia de los países y regiones que los incorporaron a su sistema de correo. En ellos se imprimieron desde acontecimientos o lugares dignos de mención y orgullo, como también llegaron a ser usados para anunciar las humillantes ocupaciones militares de las que sus sitios de origen eran objeto.
En pocas palabras, la estampilla o timbre postal que se creó para indicar el pago previo del envío de una carta se convirtió con el paso del tiempo en un pequeño representante de la identidad cultural o nacional de sus países originarios.
En Oaxaca de Juárez, la filatelia, que es la afición por coleccionar y estudiar estas estampillas tiene dedicado un museo que contiene desde el primer timbre postal impreso en México con el rostro de Miguel Hidalgo en colores azules y rojos, hasta obras de artistas contemporáneos que le han hecho un homenaje a este sistema de comunicación que fue en su esplendor imprescindible para todo tipo de relaciones humanas, pero que hoy, sin embargo, está cayendo en desuso.
El Museo de Filatelia de Oaxaca (MUFI), en la capital de este estado, cuenta con salas de exposición permanente, bóvedas para la conservación de timbres postales con valor histórico, y hasta buzones funcionales para el envío de correo.
El MUFI abre sus puertas de lunes a domingo de 10 am. a 8 pm.
