El Ritual de la Boda Mazateca cautiva a propios y visitantes

La ceremonia de purificación en cuerpo y alma de la mujer y el hombre que contraerán nupcias por la iglesia sigue vigente en pleno siglo XXI. Acto ancestral de los mazatecos que consiste en lavarles la cabeza y las manos a ambos enamorados por parte de los padrinos de bautizo, y de esta forma los futuros esposos lleguen limpios como fieles católicos a la casa de Dios.

Los mazatecos de siglos pasados heredaron una variedad de costumbres y tradiciones a las nuevas generaciones en el ámbito socio cultural, gastronómico, musical, medicinal, trabajo colectivo, agronomía, lecturas de maíz y velas descifradas por la mente de los sabios, el ritual de bienvenida a los fieles difuntos en Todos Santos, la preparación de los muertos antes de partir al reino eterno, la ingeniería empírica con base en los cuatro puntos cardinales, entre otros.

EL RITUAL DE LA BODA MAZATECA

El 18 y 19 de agosto contrajeron nupcias por la iglesia el médico cirujano Édgar Pereda Zúñiga y la señora María del Carmen Meléndez Cortés, quienes cumplieron con estricto respeto las costumbres y tradiciones del Ritual que siguen practicando los indígenas huautlecos.

El acontecimiento inició el viernes 18 de agosto a las 15:00 horas, donde los padres, padrinos de bautizo de la novia, familiares cercanos e invitados recibieron a los padres del novio, padrinos de bautizo, familiares y a toda su comitiva, dirigiendo el padre de la contrayente unas palabras a sus consuegros y padrinos de su yerno, y después correspondió a los padres del novio expresar las palabras de respeto y amistad a los padres de la novia, padrinos, familiares e invitados.

 

Antes de llegar a la casa de la novia para realizar la ceremonia de purificación, el novio se reúne en cierto punto de encuentro con sus invitados y desde ahí lo encaminan al domicilio de su futura esposa, cargando el padrino un cántaro de barro con agua mientras la madrina lleva una canasta con jabón y toallas que utilizará en la lavada de cabeza de su ahijado y ahijada.

 

Los participantes entran a la casa de la novia y enseguida presencian la tradicional lavada de cabeza y manos de los novios por parte de los respectivos padrinos de bautizo de ambos, a cargo de las madrinas ya que los padrinos van llenando de agua las bandejas que se utilizan y colocan en el centro un copalero para que el incienso aleje las envidias y maldiciones de los enemigos. El agua utilizada en la lavada de cabeza debe guardarse cuatro días en la casa de los novios, para tener suerte en su matrimonio, y después deberá tirarse en las plantas.

 

El evento es un espectáculo espiritual único, que no se practica en ninguna otra región de Oaxaca ni en las entidades de nuestro país. Conforme transcurre la lavada de cabezas de los novios, y posteriormente sus brazos y manos, los invitados saborean la mágica bebida del “Atole agrio”, mismo que está preparado de maíz molido y fermentado con cinco días de anticipación, cuyos ingredientes son los frijoles cafés o negros con su respectivo pipían muy picoso, capaz de curar una cruda alcohólica.

 

Las notas musicales de una orquesta típica alegra el ambiente y los músicos entonan diversas melodías que alegran los corazones de todos los presentes, entre ellos La Flor de Naranjo con los Sones Mazatecos, poniéndose a bailar hombres y mujeres que son de gusto.

 

Al terminar el acto ancestral de purificación de los novios, todos los presentes saborearon un exquisito mole de pollo, acompañado de los típicos tamales de frijol negro y tomando refrescos, cervezas, tequila y aguardiente natural y de sabores. Los invitados bailaron con alegría, lo mismo los novios, padres y padrinos. El atole agrio se siguió tomando hasta llegar la noche, ya que es una bebida que agrada el paladar de niños, adolescentes, jóvenes y ciudadanos de todas las edades.

LA BODA RELIGIOSA

El sábado 19 desde temprano los novios se preparan para asistir a la casa de Dios por la tarde y postrarse ante el altar y consumar felizmente su matrimonio religioso. El reloj marca las 15:30 horas y ya todos debidamente vestidos; la novia con su vestido blanco y largo velo sostenido por un par de niñas, y el novio con un traje negro y corbata roja salen de su domicilio acompañados por sus tres hijos, y al lado los padrinos de velación, padres y todos los invitados rumbo al centro de la ciudad.

 

Los contrayentes fueron acompañados de cinco jóvenes vestidos con el traje regional de la zona mazateca; las mujercitas con el huipil multicolor y sus trenzas largas, y los varones con sombrero, calzón blanco, camisas de manta y huaraches fabricados por zapateros huautlecos. También un par de marmotas a los lados y dos globos luminosos, una banda de música de viento y un mariachi acompañaron a los protagonistas de la boda e invitados en general.

Los novios y acompañantes recorren la avenida principal para llegar a la catedral San Juan Evangelista, siendo recibidos a la entrada de la iglesia por el obispo quien les rocía agua bendita antes de presidir la misa por una hora. Durante la homilía los novios son exhortados a llevar un buen ritmo de vida y conducta ante sus hijos y la sociedad. Luego les colocan el lazo de unión, les dan sus velas y la hostia sagrada. Al final todos se dan un saludo y abrazo de identidad espiritual, y afuera de la Iglesia se toman las fotografías del grato recuerdo.

 

En esta ocasión el convivio con motivo de la boda religiosa fue en la Agencia de Loma Chapultepec, a 30 minutos de Huautla, en donde todos los invitados se fueron caminando, incluyendo los novios y padrinos. Antes de entrar al salón social varios hombres con traje típico bailan con los cántaros para hacerle una valla a los novios y estos crucen alegres el arco de carrizos adornado con flores de la temporada, hasta llegar a la mesa principal del banquete final, cuya mesa de honor se la comparten a sus padrinos de velación y a sus padres. La fiesta empieza en la tarde-noche con la cena, baile, y termina hasta las cuatro de la madrugada.

FACTORES DETERMINANTES DE LA BODA

Para iniciar y llevar a feliz término una boda civil y religiosa en el mundo indígena mazateco, influyen factores muy determinantes: El pedimento de la mano de la novia primeramente por un embajador mazateco, en la primera visita en la casa de los padres de la novia, a petición de los padres del novio, cuyo interlocutor debe de ser una persona respetada y de cierta edad. En la segunda visita el embajador ya asiste con los padres del novio con un regalo y se fija la fecha de la boda civil, y en la tercera ocasión ya se presenta personalmente el novio y sus padres para asegurar el próximo casorio.

 

 

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