No se deben quedar solos los hogares en los días 1 y 2 de noviembre porque llegan los fieles difuntos y no encuentran a nadie, al contrario debe ponérsele flores amarillas, velas o veladoras, porque llegan a los hogares degustar de las esencias del copal y de los alimentos, coincide la cultura Triqui en la celebración de día de muertos.
En la comunidad de Santo Domingo del Estado, Putla, las personas coincidieron que desde el 28 de octubre inicia la puesta de los altares y es dedicado a las personas que fallecieron en un accidente, el 29 es para los niños que murieron y no recibieron el bautismo, ya el 30, 31 es para los fieles difuntos, desde luego que los días 1 y 2 de noviembre llegan a los hogares de degustar de las esencias de los alimentos y disfrutan más cuando hay incienso de copal, los aromas de las flores y la luz de las veladoras, además se llevan el gozo de la armonía del hogar.
Beatriz Avendaño Gómez, de la comunidad de la localidad de Santo Domingo, en la región Triqui, da a conocer que la comunidad Triqui va a ofrendar el sepulcro de sus seres queridos el 3 y 4 de noviembre, no dejan los hogares solos el 2 de noviembre porque en ese día llegan las almas a la convivencia, ya que es de buen respeto recibirlos en la casa.
Día de muertos es una fiesta de recibir a nuestros fieles difuntos, se dice que desde el 30 y 31 de octubre es para los niños no bautizados, el primero y 2 se quedan en casa a servir en la mesa lo que a nuestros seres queridos les gustaba, tamales de res, pozoles, atole de res, mole de frejoles con epazote.
Es una convivencia en totalidad, porque regresan las personas de la ciudad de México, muchos están fuera, porque no hay los empleos, pero esta celebración los acerca y conviven con sus tradiciones, es una convivencia donde también se degusta de la comida nativa, además de la música de violín y guitarra que algunos tíos todavía tocan.
Federico Avendaño, da a conocer que el 29 de octubre, los niños que no se bautizaron y murieron también se les ofrenda con lo que se tenga, ellos no piden mucho, solo sus luces, flores del campo que en esta temporada crecen en los campo y un vaso de agua, no es de mucha inversión con el fin de que las personas lo conserven y no la pierdan a falta de los recursos.
Para estos días de celebración que empieza desde el 28 de octubre, las personas buscan a los rezadores para que vayan a ofrecer un rosario o ellos van a sus casas y rezan por la llegada de las almas para que estas estén bien en el disfrute de los alimentos.
Muchas personas que no tienen dinero para colocar un altar, buscan las flores amarillas, blancas y moradas que se dan en esta temporada y las llevan a sus hogares para ofrecerlas, ponen un vaso de agua y colocan una luz de veladora y con ello lograr subsanar la costumbre, solo se necesita de mucha fe y no se necesita hacer mucho gasto.
Fausto Sandoval Cruz, en la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla, dio a conocer que se hacen los altares, con flores amarillas que crecen en el campo, la gente va a al panteón el 3 de noviembre y no el 2, ya que esta es la fecha en que llegan los fieles difuntos y la casa no debe estar sola, al contrario se le da la bienvenida con un altar y en él lo que se tenga a la mano.
La gente lleva música de viento o de cuerdas al panteón el 3 de noviembre, a los cantores se le ofrecen las flores, se les hace honor a estas personas que dieron un servicio a la comunidad, ya que lo que hacen es algo extraordinario, así también a nuestros difuntos se le ofrece lo que se haya recogido de la cosecha.
Los días uno y dos de noviembre no se abandonan las casas, se está todo el día para recibir a nuestros fieles difuntos, porque ellos llegan al hogar a convivir también con sus seres queridos, disfrutan de la armonía y los diversos aromas de las frutas, pan y de toda la gastronomía, que se le ofrece en el altar.
El 3 de noviembre se van al panteón todos, llevan comida, bebidas, flores, velas o veladoras, desde luego que herramienta para dejar bonito el sepulcro de nuestro ser querido que posa en su sepulcro, donde una flor, agua bendita le da vida a nuestro recuerdo.
Este es el único día que se va al panteón, porque desde el 28 de octubre en la cultura Triqui, se está atento para ofrecer en el alta por lo menos una luz de vela, el aroma de alguna flor, y no es necesario colocar grandes mangares, ya que los fieles difuntos son espíritu, esencia, recuerdo de nuestros seres queridos, ellos regresan del mas allá para esta con nosotros un momento.
Es tradición ofrendar en sus hogares a los difuntos que fueron rezadores o cantares, se les agradece esa labor de espiritualidad en su sepulcro o en su casa, para estos días es fiesta en esos domicilios, porque llegan muchas personas a dar sus presentes o a estar con la familia.
De repente los rezadores o cantores desaparecen, pero quienes toman la batuta son las nuevas generaciones, por ejemplo los jóvenes han seguido el ejemplo y ya rezan en los difuntos, en fin es una cultura que no se olvida, además se hace presente en día de fieles difuntos, ya que en muchos hogares se acostumbran los rezos para esta ocasión.
Esta fecha es de regreso de muchas personas que andan fuera, los que se fueron a trabajar a los Estados Unidos o la ciudad de México, regresan y se unen a la festividad, dan sus cooperaciones y abundan a la tradición con el respeto y creencias que mantienen.
Día de muertos para la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla es mercado, compra venta de productos de la región, desde los petates hasta la indumentaria, pero las flores, velas, veladoras, la miel, el pan y todo lo que se recoge del campo es punto de economía para muchos campesinos, esto se da dos días antes del primero y dos de noviembre.
Los músicos, violinista y guitarrista se hacen presentes en el panteón para ofrecer sus melodías en forma de ceremonia en el sepulcro para nuestros fieles difuntos, pero también son llamados en los hogares para ofrecer su repertorio, en muchas ocasiones se acompañan de los rezadores que de casa en casa van ofreciendo sus rosarios.
Destacan músicos indígenas como, José Donaciano Santiago, Venancio Santiago y otros más que ya han ido falleciendo, por lo que esta cultura está desapareciendo, factor entre ellos como la falta de interés de la comunidad, que no fomenta los valores en este tema musical.
La celebración de muertos es para la comunidad una de las festividades más importantes, ya que es una concentración familiar y de mucho respeto y alegría porque se degusta lo que se recoge del campo con los familiares que vienen del cielo.
Los altares no se levantan luego, tienen que pasar varios días, más de 5 o hasta ocho, ya que se piensa que los familiares todavía están presentes, su esencia viva, ya que es de mala educación comerse las cosas que están en ofrenda.
En lo que se refiere a la gastronomía se acostumbra el atole de frijol, atole de res, los cayotes hervidos, las tortillas con maíz nuevo o los chitajatos, son tortillas con maíz tierno, son deliciosos, pozole, pero además se hace el tradicional mole o una salsita hecha en molcajete, son algunas de las comidas que se degustan.
Algunas personas acostumbran todavía recoger las flores amarillas que se dan en los campos, otros siembran desde el mes de junio, pero es bueno enseñarle a las nuevas generaciones que colocar un altar es ofrendar a nuestros difuntos, es esa esencia, nadie los ve porque en ocasiones las personas quieren palpar y eso no es posible, solo se recuerda y se vive de las esencias.