Fortalecemos nuestras prácticas ancestrales en la Mixteca de Oaxaca

Por: Abraham Barragan

En la forma de ver el mundo de los Se shan ´a; “los originarios” que habitan en San Juan Copala, sus seres queridos los visitan en el mes de noviembre en forma de Chaví a “mariposas”, el alma y el espíritu de la naturaleza se hace presente en alas multicolores que vuelan con el vaivén de los vientos.

“Al ver las mariposas decimos ya vinieron nuestros abuelos, nuestros antepasados que nos vienen a visitar, a su llegada ya están listas las ofrendas que integran un gran banquete que se comparte con quienes ya no están, también se comparten los alimentos con quienes están en vida, y esto se ha hecho a través de las generaciones, permitiendo que exista una cohesión social a través de la convivencia”, afirmó, Silverio Ávila Martínez, habitante de San Juan Copala.

Refirió que la conmemoración del Día de Muertos es un festejo en el cual se estrechan lazos de amistad “estos días son de fiesta, son días en que se rememora a las personas que formaron parte de nuestra vida”.

VÍNCULOS DE CONVIVENCIA

El altar permite estrechar vínculos de convivencia en vida, las visitas entre familias no sólo responden a lazos de consanguinidad, hay un acercamiento de confianza, amor, amistad, alegría y felicidad que une a todos durante las fechas de noviembre, dijo.

Durante estas fechas como en fin de año se viven interacciones no solamente simbólicas, se crea un diálogo armonioso con el otro que se concreta en la amistad que sustenta la unidad de los originarios que habitan en Copala.
Silverio Ávila detalló que la convivencia permite a las personas tener la consciencia de que permanecen en esta vida, y para recibir a quienes ya no están, no se trata sólo de hacer una ofrenda de adornos a nombre de sus seres queridos.

UN GRAN BANQUETE

Hojas de las tres puntas y palmeras ceñidas con flor de cempasúchil que se entrelazan para rodear mesas de diversos tamaños, como mantel brillan las hojas de platanar sobre las que se colocan; totopos, caldo de res, pozole, tamales, pan, plátano, chayote, lima y productos procesados que conforman el gran banquete que los originarios disfrutan.

“Es en el mes de noviembre que en Copala se puede apreciar a las mariposas volar con el vaivén de los vientos, y nosotros vemos que en esas mariposas están representados nuestros seres queridos que vienen a convivir con nosotros, para ellos se preparan las ofrendas y se les visita en el panteón porque están con nosotros disfrutando del gran banquete”, compartió Ávila Martínez.

INTERCAMBIO NATURAL

En San Juan Copala la forma de vida corresponde a una convivencia innata con la naturaleza, esta relación se da en una respuesta inmediata a las necesidades de la población, “primeramente existe un intercambio ancestral que es conocido como el trueque que permite a las familias obtener productos que sirven para su subsistencia”

 

Hay productos que se dan en la región que nosotros sí los tenemos, mencionó, Silverio, y en otros lados no los tienen; por ello, se da un intercambio, “todos necesitamos de todos, por tal motivo existe una relación elemental con gente de otros pueblos y bajo esta perspectiva también se requiere de otros recursos elaborados y procesados que sirven para alimentación de las familias”.

LOS ORIGINARIOS

Nos llaman triquis pero en nuestra forma de entender y ver el mundo el concepto triqui no existe en nuestra lengua materna, nosotros nos reconocemos a nosotros mismos como Se shan ´a, que en la legua materna quiere decir, los originarios, expresó.
Como “triquis” nos han categorizado desde la Colonia, pero a nuestro entender es más propio utilizar pueblos originarios y no generalizar mencionando pueblos indígenas porque esto obedece a una generalidad creada, en nuestro mundo se trata de comprender y conocer la especificidad de cada sociedad que tiene su forma de organizarse, de vestirse, comunicarse de comprender y ver el mundo.

“Los Se shan ´a vivimos en un ambiente de convivencia, respeto y armonía; pero en nuestro pueblo como en todas las sociedades existen desequilibrios; sin embargo, la unidad y la felicidad por construir un mundo integrador en todos sus aspectos que conserva las prácticas culturales y ancestrales hacen que nuestros pueblos sigamos unidos”.

Puntualizó que a pesar de los conflictos, de lo que se dice de esta región y de lo que ha ocurrido, siguen fortaleciendo su lengua, cultura y las prácticas ancestrales y una de ellas es el Día de Muertos, convivencia que les permite promover la unidad no sólo en los días de muertos sino todo el año.

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