Celebran a la Santa Patrona de Oaxaca, la Virgen de la Soledad

Miles de oaxaqueños y creyentes de otras entidades del país ya se alistan para celebrar a Nuestra Señora de la Soledad, santa patrona de Oaxaca, para recordar aquel 18 de diciembre de 1620, cuando algunos atribuyen el descubrimiento de su rostro y manos en una caja a los pies de una ermita.

Para celebrar el día de la virgen cuyo paso iba a Guatemala, pero se quedó en Oaxaca, miles agradecerán los milagros concedidos de la santa patrona, que en enero de 1991 fue despojada de su corona de joyas y esmeraldas, sin que a la fecha se haya dado con el paradero de los responsables.

De acuerdo con la leyenda, un arriero llevaba unas mulas por las calles de la ciudad de Oaxaca rumbo a Guatemala. Por su paso, uno de los animales cayó por el peso que llevaba en una de las cajas y el hombre aterrorizado decidió llamar a las autoridades ante el temor de que fuera culpado por querer robar lo que transportaba.

Al destapar la caja que hizo caer a la mula, los policías que fueron llamados encontraron el rostro y las manos de la virgen, que también llevaba sus joyas de gran valor. Este hecho generó que el entonces obispo Bartolomé Bojórquez ordenara la construcción de un santuario en honor a la imagen que miles veneran desde ese momento.

 

El Santuario de la Soledad

 Miguel Ángel Chávez Romero, historiador de la ciudad y autor de diversas obras de la historia de Oaxaca, cuenta que los antecedentes del santuario de La Soledad se remontan a la primera época de la ciudad, pues en el año de 1532, en que el emperador Carlos V le concedió ese título a Antequera, se construyó una pequeña ermita dedicada a San Sebastián en las estribaciones del Cerro del Fortín, en un sitio muy próximo al que ahora ocupa La Soledad.

“Los informes sobre aquel primer edificio están dispersas y son contradictorias, pero casi todas coinciden en que el culto a esa advocación de la virgen se inició cuando la imagen que era transportada a Guatemala, se quedó en la ciudad”.

En la segunda edición de su libro “Una recopilación de la fundación de la Ciudad de Oaxaca de Juárez”, el también investigador señala que ese acontecimiento, al que la tradición le da un carácter legendario y la piedad concibe como aparición, debió ocurrir hacia 1543, y fue motivo para que el obispo mandara ampliar la ermita original y dispusiera un incipiente y provisional santuario a Nuestra Señora.

“Aunque varios autores afirman que la escultura llegó a Oaxaca hasta 1617, otros investigadores, entre ellos Iturribarría, aseguran que el primer templo de La Soledad se comenzó en 1582, apenas un año después que se terminó la obra de la segunda catedral”.

Agregó que a pesar de que no trascendieron las razones por las que ese primitivo conjunto fue finalmente sustituido, se acepta que el inmueble, que ha perdurado, se comenzó en 1682 por el capellán Fernando Méndez, con la autorización del Virrey Tomás Antonio Manrique de la Cerda, y tal vez con el proyecto del fraile betlemita y arquitecto Sebastián de San Phelipe.

“Los recursos con los que se contó para la fabricación fueron tan limitados, que los constructores tuvieron que recurrir a la archicofradía de la Soledad, y luego al arcediano Pedro de Otálora, para allegarse fondos”, añadió Chávez Romero.

A pesar de esas y otras dificultades, la obra se hizo en relativamente en poco tiempo, pues la portada principal se labró en el curso de 1689 y el templo pudo ser consagrado en 1690, por el ilustre obispo Sariñana y Cuenca.

Expone además que el convento anexo, en cuya edificación y donde también intervino como benefactor Otálora, se terminó parcialmente en 1697.

“Las obras a las que debe la iglesia su actual apariencia interior, procede de la época del arzobispo Gillow, unos años después de 1874, cuando se suprimió el convento y el inmueble se dedicó a hospicio. Las labores dirigidas por el prelado, que incluyen la construcción de la capilla anexa dedicada al Ecce Homo, fueron terminadas en 1909, año en el que se celebró además, la coronación de la Virgen”.

Añade que el elemento de mayor importancia en La Soledad es la portada, cuyo vigor la asemejan a un gigantesco contrafuerte, con las piezas y relieves escultóricas de mayor mérito en toda la ciudad.

Cada 18 de diciembre, miles de oaxaqueños y visitantes a la entidad cantan las mañanitas a la santa patrona, que también recibe a las autoridades eclesiásticas en la Basílica, que posee una planta de cruz latina y tiene un diseño antisísmico.

El material esencial del edificio es la cantera verde, una piedra muy común en algunas partes de Oaxaca. En contraste, la magnificente portada fue realizada en cantera amarilla, y está ligeramente salida hacia el atrio del templo en comparación con los campanarios.

Este 18 de diciembre, miles acudirán a la celebración de la Virgen de la Soledad, que pese al robo de su corona en 1991, se mantiene como símbolo de amor y esperanza, paz y armonía entre los oaxaqueños que han sido testigos de sus milagros.

Museo de la Soledad

A lo largo de los años mucha gente ha ofrendado numerosos regalos a la Patrona de Oaxaca, por ello, en 1951 se funda el Museo de la Soledad, ubicado en una construcción anexa a la basílica. En él se pueden encontrar ornamentos antiguos que usaban los sacerdotes, capas y vestidos de la Santísima Virgen del siglo XVIII al XIX

Óleos, imágenes religiosas y trajes regionales, complementan el acervo de este museo, que está abierto de 9 a las 14 y de las 16 a las 19, donde sobresale una colección de exvotos del siglo XVIII

Yadira Sosa

Reportera de El Imparcial de Oaxaca, licenciada en Comunicación por la Universidad Mesoamericana con 17 años de experiencia y cobertura por varios años de la fuente educativa (conflicto magisterial 2006), salud (pandemia de Covid-19), género, Derechos Humanos y grupos vulnerables. Ganadora del concurso nacional de periodismo Pfizer en la categoría escrita 2019.

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