El arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, José Luis Chávez Botello, presidió ayer el descenso de la Virgen de Soledad, como parte del inicio de su festejo anual que será este 18 de diciembre.
En el acto, oró y suplicó por aquellas personas víctimas y afectadas por los fenómenos naturales, como los sismos de los pasados 7 y 19 de septiembre, que dejaron duelo en el Istmo de Tehuantepec,
Ayer, después de las 13:30 horas, el purpurado llegó al Altar Mayor en el Santuario menor que se localiza a un costado de la Plaza de la Danza para iniciar con la ceremonia, entre flores, incienso y devoción de los asistentes.
Los sonidos de la trompeta y el caracol acompañaron este acto litúrgico por la imagen católica.
Ante los creyentes que se dieron cita en los pies de la Patrona de Oaxaca, monseñor pidió que se asuma con seriedad esta creencia para pedir por un Oaxaca en paz y por la reconciliación.
El objetivo de la Arquidiócesis es descender a la imagen para que por su manto, pasen todos los que están sufriendo y que necesitan sentir a María cercana en medio de esta celebración.
“Es sentir a la Madre de Dios cerca, que nos dé fuerza para superar todo lo que hemos pasado en este año, por aquellos que perdieron a sus seres queridos, sus bienes y que no tienen aún donde dormir”, indicó.
No obstante, al tener ya la imagen de la virgen de la Soledad en el nicho provisional, monseñor urgió especial atención por aquellos que han sido afectados en su vida por alguna situación adversa.
“Ante tus pies madre, pido por las víctimas de la violencia para que tengan fortaleza”, agregó el arzobispo después de la bajada de la imagen católica.
El 18 de este mes se celebrará la festividad en el Santuario Menor de Nuestra Señora de la Soledad, misma que concentra a miles de personas en torno a la veneración a la imagen religiosa.
En las manos de la Soledad, puso el guiar el camino de todos los que necesitan de su protección y ayuda.
En medio de cantos a la Virgen, oraciones y la encendida de velas, los católicos estuvieron en la misa para iniciar con esto, los festejos de fe y creencia.
