El sacerdote Heriberto Álvarez Galán, exrector de la Basílica Menor de la Virgen de la Soledad, sostuvo que dicha imagen es la más representativa de los oaxaqueños, que todos los años acuden a venerarla.
Pese a la presencia de otras religiones y movimientos de evangelización de otros grupos, esta festividad se mantiene, dijo el ahora párroco de Santa María, Ixcotel.
Por esta rectoría han pasado varios sacerdotes, cuyos ánimos deben ser totales para echar adelante las actividades litúrgicas.
Álvarez Galán estuvo en la Basílica Menor de la Soledad de mayo de 1997 a julio de 2004, su cambio se dio con la llegada del arzobispo José Luis Chávez Botello a la entidad oaxaqueña.
Durante esos siete años, el sacerdote vio desfilar miles de personas en este templo católico, donde se encuentra la imagen considera la madre de los oaxaqueños.
Entre sus historias, contó que en sus años de responsabilidad, cuando el arzobispo era Héctor González Martínez, hicieron esfuerzos por reponer la corona que le robaron a la Virgen.
El empresario Yalalteco, Néstor Delgado, destinó 300 mil pesos en la reposición de la corona que robaron a la Virgen, por lo que, en el 2000, Año del Jubileo, le colocaron de nuevo otra pieza de arte, confesó.
Como si fuera hace apenas unos días, recordó que la corona tiene las insignias del Papa Juan Pablo II y de Héctor González, la cual fue producto del esfuerzo y la disponibilidad de los católicos, tanto joyeros como personas que tenían en su poder perlas preciosas.
Así, al empezar el tercer milenio, el obispo Héctor González coronó de nuevo a la imagen de la Soledad para el beneplácito de los creyentes.
Durante esos tiempos, el rector encabezó la reparación de la Basílica, como los vitrales, el coro, entre otros lugares en malas condiciones para darle a la madre María un espacio digno, con un espacio ampliado.
El sacerdote, desde los 12 años, sintió el interés por pertenecer a la vida eclesiástica y ordenarse como sacerdote, desde entonces ha estado en parroquias.
A la virgen María le dedica sus acciones y aunque en ese espacio esperaba terminar sus días, los planes de Dios le dieron otro camino.
“Es una virgen que significa lo máximo, hay procesiones con varios años de realizarse y siguen con su devoción”, indicó.
Una de las procesiones más significativas que llegan este 18 de diciembre, es la que sale de Ocotlán de Morelos, quienes arriban desde el 17 por la noche para ofrecerle las mañanitas desde los primeros minutos del día mayor.
Para el sacerdote originario de Tlacolula, el haber estado 7 años al frente del Santuario, es uno de sus mayores retos, el cual dejó por sus complicaciones en la salud.
Para este 18 de diciembre, de nuevo, la gente le cumplirá los honores a la Virgen, a quien le encomiendan el estado, el bien y la unidad entre todos.
“Gracias al amor a la virgen María y a la Soledad sigue la creencia de las personas y no baja la veneración”, dijo el sacerdote de 70 años y con 46 en esta misión del sacerdocio.