Como cada año la población indígena de San Andrés Huaxpaltepec, celebra una mayordomía, la segunda feria patronal más concurrida en honor al Santo Patrón Tata Chú, un Cristo Negro tallado en madera, que data del siglo XVI. La imagen es celebrada en dos fechas del año: el Cuarto Viernes de Cuaresma y el 6 de agosto, respectivamente.
Aquí la celebración religiosa de Tata Chú no está bajo responsabilidad de un sacerdote, sino de los tatamandones, ancianos que ya han prestado diversos servicios a la comunidad y quienes son la máxima autoridad del pueblo. Por eso a la imagen del Cristo se le llama Tata, Tata Chú, como una forma de profesarle respeto.
Durante la celebración que inicio el miércoles terminará el domingo. Este viernes fue ofrecida una misa donde cientos de católicos provenientes de todas las poblaciones de esta región, más tarde una procesión salió para rodear a la iglesia que da cobijo al venerado santo. Durante su paso los asistentes tiraron pétalos de flores, que acompañaron con cantos y alabanzas.
Al término de la procesión, los señores que se encargan del cuidado y vigilancia del Cristo abrieron las puertas para que los cientos de peregrinos pudieran pasar y tocar al tan adorado Santo, que de acuerdo a muchos entrevistados le ha hecho milagros.
Al interior de la iglesia, se ven ir y venir familias enteras con veladoras y flores en las manos. Hay suplicas y plegarias, mucha de ellas en la lengua mixteca y chatina, como las que ofrecen los habitantes de Santiago Yaitepec, Juquila, Quiahije y de todas las comunidades de la Sierra Sur, que bajan para pagar alguna manda.
Los fieles visitan también “La Piedra del Señor”, una enorme roca que se ubica en la cima del cerro denominado “Yuku Tityi”, que en mixteco significa “Cerro de la Iguana”, situado a unos 15 kilómetros hacia el norte de San Andrés Huaxpaltepec. De acuerdo a la tradición oral, es aquí donde apareció el Santo Tata Chu a un indígena mixteco que fue a cazar iguanas. Hasta este lugar los indígenas depositan sus ofrendas que generalmente son velas y flores, así como múltiples fotografías y regalos que según ellos han sido los milagros concedidos.
De acuerdo al cronista de la población Francisco Ziga Gabriel, es el 4 de agosto a las 5 de la tarde las autoridades agrarias van a traer el torito de lumbre a la casa del cohetero. Una comitiva integrada por el Comisariado de los Bienes Comunales se juntan en su oficina y hacen tiempo a que lleguen los músicos de flauta y tambor, de allí parten hacia donde los espera el torito. Allí se ofrece comida y se sigue bailando el toro hasta bien entrada la noche.
Sin intervención de autoridad eclesiástica alguna, el conjunto de mandones, el rezandero, el cabildo completo y las autoridades comunales se han reunido en la iglesia, después de las tres llamadas con las campanas que se complementan con los cohetes. El rezandero cantando en primera voz, otra masculina y algunas más, femeninas, haciendo segunda, llaman a los asistentes a responder las plegarias. Para ese momento todos los corredores de la iglesia están ya ocupados.
El maestro Francisco Ziga Gabriel afirma en su más reciente estudio sobre esta festividad que Tata Chú es un cristo negro tallado en madera, que se adora probablemente desde el siglo XVI en la capilla de San Andrés Huaxpaltepec, municipio ubicado sobre la carretera costera donde conviven indígenas mixtecos, tacuatesy negros.
En la cina de la hay múltiples cruces y veladoras, así mismo una serie de ofrendas de comida y bebidas que los creyentes depositan como muestras de agradecimiento por los favores recibidos. Se cuenta que los indígenas mixtecos se negaban a dejar sus ritos tradicionales para aceptar la fe católica. Los españoles en el proceso de evangelización, dejaron aquí la figura de un Cristo Negro, tallado en Madera, que un cazador de iguanas encontró.
“La Piedra del Señor”, es donde se dice apareció “Tatachu”, a este lugar cada año acuden los indígenas para celebrar dicha aparición, a este lugar sagrado llegan peregrinos de distintas regiones, algunos llegan a pie y otros en bicicletas.