Surcar los aires de Oaxaca

-Uno, dos… ¿estás lista?
¿Cuántas veces te han hecho esta pregunta? ¿Estás lista para salir? ¿Estás lista para tu examen? ¿Estás lista para volar con una vela a 3 mil metros de altura?

Sten Maldonado es el pionero del parapente en Oaxaca, lleva al menos 24 años volando desde montañas de Valles Centrales, la Mixteca y la Costa, entre otras regiones.

Una de estas montañas, La Lobera, está ubicada a unos 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca en un municipio llamado Santa Inés del Monte, donde ha hecho su primer vuelo Olga, quien a sus 34 años sintió la curiosidad de saber cómo es imitar a un águila y zurcar los cielos sin subirse a un avión.

Cada fin de semana Sten y un grupo de amigos –entre ellos el doctor Rafael Medina “Ito”, Ricardo Hernández “El Turco” y Bowie, el pastor australiano del grupo- se reúnen en esta montaña para emprender el vuelo por los aires de la región centro.

Desde La Lobera pueden dirigir el parapente a lugares como Monte Albán, Atzompa, Zaachila, Etla y Ejutla, municipios separados por distancias de 20, 30 o más kilómetros de La Lobera. Los vuelos pueden durar desde 30 minutos hasta tres o cuatro horas con velocidades que van de los 30 a los 60 kilómetros por hora.

Sten es instructor para personas que quieren dedicarse a volar en parapente por sí mismas y realiza vuelos acompañados para visitantes que quieran probar cómo es, en cinco segundos, despegar sus pies del suelo más alto que cualquier montaña del estado.

Los vuelos se realizan en lugares como playa Arrocito, en Bahías de Huatulco; en Apoala, uno de los lugares ecoturísticos con mayor tradición en Oaxaca; así como en Hierve El Agua, reconocido mundialmente por las cascadas pétreas que resguarda.

Para Sten Oaxaca cuenta aún con muchos lugares por descubrir en donde esta actividad puede practicarse. “El valle de Zaachila no es para principiantes, aún hay muchos lugares por descubrir, siendo un valle tan extenso hay vuelos muy interesantes por descubrir”, asegura.

Su experiencia lo ha llevado a volar por una decena de países como Italia, Austria, España, Finlandia, Noruega, Cuba y “el lugar más exótico”, Bali, en Indonesia.

Vuelo con motor

Aunque habitualmente se requiere una montaña de aproximadamente 2 mil metros de altura para despegar en parapente, el doctor Rafael Mendoza, que práctica desde hace casi 20 años, ha adquirido un ala motorizada que le permitirá arrancar prácticamente desde cualquier lugar donde haya unos 100 metros de terreno libres.

La experiencia, aunque implica un riesgo, es imponente, asegura. “La primera vez en 1999 no sabía nada”, recuerda. “Volé en las presas de Huayapan, casi me doy en la madre, se siente miedo, se siente la adrenalina”, expresa.

Hoy, con cientos de vuelos de experiencia, agrega “aún se siente la adrenalina, hay que tener mucho cuidado, pero Oaxaca es muy bonito para volar, hay una nubecita en el cielo, pero nada más”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *