Aunque al hablar de nieves se puede pensar en una inmensa cantidad de sabores, en esta región hay una familia que se especializa en elaborarlas de los frutos que dan las cactáceas, consideradas una delicia de la Mixteca.
Así lo explicó Manuel Anzures Peralta, originario de San Pedro y San Pablo Tequixtepec, quien elabora nieves artesanales desde hace siete años y promueve mucho las nieves de cactáceas que actualmente consume un público muy selecto, ya que no mucha gente las conoce.
Mencionó que para él, “este tipo de nieves, le dan un reconocimiento a la identidad de la región Mixteca, porque por el tipo de suelo y el clima, es una riqueza que debemos preservar y disfrutar en todas sus presentaciones o derivados”.
Estas se realizan en garrafa, con procesos normales de solidificación de líquidos, pero con frutas naturales tanto típicas como el melón, el limón, tamarindo, entre otras, y las no tan típicas como la de pitaya, jiotilla, pitahaya, que es la característica principal de la empresa familiar.
“Hay personas que buscan salir un poco de la rutina y aprecian mucho estos sabores, como la de mandarina que pocos conocen, y aunque depende de la temporada, hay frutas que las cuidamos mucho para alargar su vida, por ejemplo con las de las cactáceas”, dijo.
Nieves y Helados Manuelitos, que debe su nombre al propietario y a su hijo, aunque promueve mucho las nieves de cactáceas, mencionó que “muchas veces la niñez ya está casada con los sabores tradicionales, pero al probar las de las cactáceas les encanta, además de que contienen muchas propiedades que les ayudan por lo que esperó que cada vez más personas puedan disfrutarlas tanto dentro como fuera del estado”.
La forma de vender sus nieves es con entregas a los clientes que ya tienen, a algunos restaurantes, y recientemente se han presentado en las expos artesanales, ya que en su búsqueda de espacios, ahora forman parte del colectivo Mixteca de mi Corazón, además de que han acudido a algunas ferias de la pitaya.