Desde hace más de 50 años una gran cantidad de personas de los diversos extractos sociales a diario degusta el caldo de menudo en el local denominado Los Agachados, ubicado en el área de comida del Mercado 20 de Noviembre, tradición de la cocina oaxaqueña que se mantiene vigente.
Ricardo Leyva López, quien se encuentra al frente del negocio, ubicado de manera temporal en la calle de Aldama casi esquina con 20 de Noviembre, recuerda que fue en los años 50, cuando su abuela Teresa López iba al rastro que estaba entonces donde se ubica ahora el Mercado de la Merced o Democracia.
En este lugar -agregó-, compraba lo necesario para elaborar la rica pancita de res, la cual vendía en el interior del Mercado Benito Juárez, allí en un espacio muy pequeño colocaba dos huacales y ofrecía también sus tradicionales garnachas, que eran la vejiga y el gallote, entre otras partes del toro.
“Mi abuela junto con mi mamá, Bertha López, dos mujeres trabajadoras y luchonas, que estuvieron solas, pudieron sacar adelante el proyecto de Los Agachados, con el paso del tiempo lo llevan de sus manos a la realidad, lo forman y lo hacen grande, años después les otorgan un espacio en el interior del Mercado 20 de Noviembre”.
Siempre originales
En el año de 1980 se retoman los puestos en el mercado, dando inicio de manera formal a “Los Agachados”, que son reconocidos en todos lados, cuando se habla de una cruda (por haber consumido alcohol), la gente acude a degustar un caldo de pancita, pichancha, libro o corazón, comentó Leyva López.
De ahí subrayó, nacen las frases, para los enamorados de corazón; para los atletas de pata; para los enojones de trompa; para los políticos de lengua; para los maestros de libro; para los estudiantes de cabeza .“Dicen que para todo mal mezcal y para todo bien también y para la cruda Los Agachados, somos los originales”.
Los resultados se ven, ya que el área de caldo de pancita siempre es muy visitada. Los precios son bajos nos sentimos satisfechos de darle una buena atención a la gente del pueblo que viene a hacer una gestión y acude a degustar su rico caldo, acompañado con todos los ingredientes y el sabor tradicional, comenta el cocinero de este rico platillo.
Visitantes distinguidos
En la mayoría de los puestos dedicados a la venta de caldos, han llegado diferentes personalidades tanto de organismos sindicales como del Gobierno del Estado de Oaxaca, entre otras personas notables.
Recuerda que a varios de ellos no les gustaba que al caldo se le pusiera limón “porque decían que se le pierde el sabor”, otros políticos de alto renombre llegaban solos sin sus escoltas, pedían su caldo, chocolate y pan.
Artistas de la televisión, cantantes, comediantes, gente que se van contentos con la atención de todos los comerciantes del mercado “en este lugar el mismo propietario te lleva tu plato”, comentó el locatario.
Qué mejor
herencia
Aún cuando se reconoce que existen personas que tienen más tiempo de dedicarse a esta actividad en el Mercado 20 de noviembre los respetamos, dijo.
Sin embargo, muchos de ellos han vendido sus negocios en cambio, el puesto de Los Agachados se sigue conservando, lo cual nos llena de satisfacción a mí y mi familia.
“Nosotros somos la tercera generación, no somos licenciados ni contadores, somos menuderos y lo que tenemos que hacer lo hacemos al 100 por ciento”.
Me siento satisfecho, es la mejor herencia que pude haber tenido, nos enseñaron a atender bien a la gente, para hacer las cosas con calidad.
Sigue la tradición
Don Ricardo se siente satisfecho porque sus hijos van a seguir con la tradición de la elaboración del caldo de pancita.
“Les digo que aparte de que estudien, el día de mañana que se vayan a otro lado podrían poner otro local, sería muy bonito, agrandarnos y crecer”.
Mis hijos me están apoyando, comentó el entrevistado, tienen la capacidad de sacar los pedidos que nos hacen para una fiesta, un velorio, 9 días, un recalentado, etc.
Están pendientes, para preparar los condimentos que se utilizan para la elaboración con el fin de conservar nuestro sabor tradicional.
Me siento satisfecho con mis hijos que son la cuarta generación, les encanta estar conmigo es gente muy trabajadora, reiteró.
“Los hijos de la gente de los mercados aparte de que tienen una profesión como abogados, contadores o arquitectos, no olvidan este lugar, ahí están”, asentó.
Se trasforma el mercado
Es importante que visiten estos centros de comercio, estamos empapándonos con la tecnología, cómo atender al cliente, cómo mejorar nuestros negocios.
Estamos al 100 por ciento con los requisitos que exigen los Servicios de Salud, además los precios son accesibles.
Los mercados, abundó, no mueren se trasforman, para ofrecer un buen servicio de buena calidad y atención.
Ahora, con la renovación del Mercado 20 de Noviembre, “va a quedar bonito y se podrá disfrutar todo lo que se vende en este lugar”, terminó diciendo.