El “caldo de piedra”, toda una tradición

Durante las festividades del los días de muertos, primero y dos de noviembre, fuimos testigos junto con el profesor y compositor usileño, Luis Jacinto Roque, pudimos constatar la hospitalidad de esta gente que habita en este mágico lugar, asentado en un hermoso valle, rodeado de cerros, un río y arroyos, alejado de la ciudad de Tuxtepec, a unas tres horas de camino, debido a que tiene un gran tramo de terracería.

El día primero de noviembre arribamos a la casa de la familia del profesor Martin Feliciano, donde nos recibieron con un rico chocolate y pan; de ahí,  nos llevó a la casa de Hilario Feliciano y su distinguida y hospitalaria familia,  quienes nos ofrecieron tortillas de yuca, mole rojo y amarillo, café, pan, aguas frescas y tortillas hechas a mano, entre otras cosas después de probar este suculento potaje, nos dirigimos a recorrer las casas de algunas personas para ver como hacen los altares y visitamos el Palacio Municipal, donde también pusieron un altar original ya que tiene como fondo un petate con varios santos, no hay fotografías de difuntos, ellos solo ponen en una lista los nombres de sus familiares que ya se fueron de este mundo, y no ponen ninguna clase de bebida que contenga alcohol, el día 2 de noviembre el sacerdote y sus auxiliares pasan casa por casa para bendecir los altares y leer la lista de los difuntos.

Después del recorrido, nos llevaron a la casa de la familia Feliciano Jacinto, quienes nos dieron a conocer paso por paso como se elabora el famoso “caldo de piedra”, ahí don Octavio Feliciano nos explicó que primero se enciende la leña que ponen en la chimenea o fogón, una vez que ya está ardiendo, le ponen encima otra cantidad de leña y sobre ella acomodan las piedras de río, previamente seleccionadas, las cuales se usan solo una vez, el calentamiento de las piedras dura aproximadamente media hora, ya que deben de ponerse al rojo vivo.

 

Mientras, en la cocina se prepara el licuado de jitomate con ajo, se pica chile, cebolla y se le pone cilantro y epazote, y se deposita todo en una jícara que está sobre una tina pequeña para que no se voltee, y se le pone un poco de agua, una vez que las piedras ya están listas, en cada jícara se deposita una piedra la cual calienta su contenido, haciendo así el caldo, se pone una segunda piedra y al poner la tercera, el caldo empieza hervir y es en ese momento en que se le deja caer una mojarra o los camarones y de esta manera se cosen y queda lista para comer.

Es bueno mencionar que este “caldo de piedra” tradicionalmente lo hacia los hombres, por el trabajo, pero actualmente ya se hace en pareja, como en esta familia, donde la señora  Ángela Jacinto, preparó el jitomate, la cebolla, el chile, el cilantro y el ajo, ayudada por su hijo el profesor Martín, su esposa y otros familiares.

Nos dice don Octaviano que esto inicio hace muchísimos años, ya que lo preparaba su papá y sus abuelos, pero esto comenzó cuando iban a bañarse al río en Semana Santa, además porque en el río habían camarones y peces, y primero se hacía una especie de hoyo en la arena y lo cubrían con hojas de la planta denominada pozole, a orillas del río y ahí se preparaba este suculento platillo.

 

Después de observar cómo se preparó el platillo por estos buenos anfitriones,  nos invitaron a degustar un caldo de piedra en su jícara, créanme que es un platillo exquisito, cuando puedan ir a San Felipe Usila, vayan, no se van a arrepentir, además hacen un pan exquisito y un rico mole, como el que prepara la esposa del profesor Hilario Feliciano.

Por último don Octavio, su esposa, su hijo Martín y su nuera, nos dijeron que han ido a varios lugares del estado de Oaxaca y Veracruz a preparar este platillo a algunos familiares y otros por encargo, por lo que si ustedes quieren ofrecer este platillo en sus fiestas, no duden en ir a Usila y preguntar por esta familia usileña, que con gusto irán a su fiesta a preparar este rico manjar, que esta para chuparse los dedos.

 

La preparación

En la cocina se prepara el licuado de jitomate con ajo, se pica chile, cebolla y se le pone cilantro y epazote, y se deposita todo en una jícara que está sobre una tina pequeña para que no se voltee, y se le pone un poco de agua, una vez que las piedras ya están listas, en cada jícara se deposita una piedra la cual calienta su contenido, haciendo así el caldo

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *