Chile de Agua: un fruto único de Oaxaca, por su sabor y picor

México es reconocido por el origen y la domesticación de cultivos agrícolas de importancia mundial entre los cuales se encuentra el chile, por su sabor se ha convertido en el elemento más importante en la gastronomía a nivel mundial.

En 2013, el Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (Sinarefi) lanzó la segunda edición del mapa Diversidad de chiles en México, contemplando 64 variedades distintas distribuidas a lo largo del país, hoy se conocen al menos 200 variedades criollas y 64 variedades domesticadas, de las cuales en Oaxaca existen 25 variedades.

Entre las cuales nos enfocaremos en el Chile de Agua, este chile es originario de los Valles Centrales de Oaxaca único a nivel mundial por su apariencia carnosa y de color verde limón, la semilla criolla ha distribuido en otras comunidades del estado como Cuilápam, Ocotlán y Etla.

El valor culinario es muy importante para la gastronomía, así como valor monetario para todos los trabajadores que dependen de este fruto.

Siembra, cultivo y cuidados

Las semillas de esta planta se toman de semillas buenas, de un chile verde claro limón, se siembra al aire libre, se abona la tierra, se aplican bacterias benéficas para la raíz y se riega constantemente mediante el método de goteo para evitar sobrerregar la planta y se mantenga oxigenada la raíz; después de 35 días aproximadamente se pueden apreciar los primeros botones en estas plantas y al acabo de 60 días se empiezan a cortar los primeros frutos, que llegan a medir 15 centímetros de largo, tres milímetros de grosor y el color verde limón lo hace peculiar.

La historia del nombre

Enrique Vela en su libro Arqueología Mexicana, Edición Especial 32 menciona que “los chiles resultaron provechosos para los grupos nómadas de cazadores-recolectores, debido a sus propiedades que retardan la descomposición de los alimentos, cualidad muy útil para su modo de vida que implicaba el traslado constante y el aprovechamiento total de los alimentos, en especial de la carne”.

En Oaxaca en la región Mixteca Vela hace referencia a los primeros vestigios encontrados de este producto:

“También, en el Códice de Yanhuitlán se encuentra la imagen de chiles almacenados, lo cual hace referencia a los cultivos coloniales de los habitantes de Oaxaca, en las tierras de Gonzalo de las Casas, encomendero del sitio”.

Por su parte Valentín Arellanes Juárez, productor de chile de agua en san Sebastián Etla, Oaxaca, comenta que su abuelo y papá también se dedicaban a la producción de este chile y en aquellos años después de la siembra, lo regaban manualmente con cantaros de barro, el follaje era la parte que más agua recibía, por lo regular tres veces al día se regaba, comentó.

 

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Con el paso de los días los productores se daban cuenta que los chiles crecían más, la textura era más gruesa y el color verde limón se atenuaba.

“Recibir agua en el follaje es lo que más le gusta a la planta y en agradecimiento pagaba con chiles espléndidos, de ahí se tomó la creencia que eran chiles de agua; esta creencia se retomaba en épocas de lluvia, que en los plantíos después de la primer lluvia las plantas reverdecían, floreaban y los chiles salían grandes”, agregó el productor de chile Valentín Juárez.

Es costumbre de los productores, como una manifestación de alegría y júbilo al término de la cosecha, usar los mejores frutos como copas para ingerir mezcal; a la mejor selección de chiles se le elimina la parte basal (donde está el tallo), extraen las semillas y vierten mezcal hasta llenarlo, tiran un poco de líquido en la tierra como agradecimiento, de ahí se lo toman en pequeños sorbos.

En el mercado se pueden encontrar chiles de agua verdes, naranjas y rojos, esto se debe a la madurez que tiene el chile, al probarlo el que tiene tonalidad roja toma un sabor más dulce que lo hace más agradable, sin embargo, en el mercado monetario del chile se eleva cuando son color verde limón, pagándolo por encima del rojo.

El sabor, la textura y las múltiples combinaciones de este chile ha provocado que en otros estados lo intenten cultivar, incluso se han llevado semilleras para multiplicarlo y poder sembrar, pero el clima, la altura y los minerales de la tierra no les han permitido cosechar productos con alta calidad como el de los Valles de Oaxaca, esta es otra razón por lo que es considerado único en el mundo.

El chile de agua es un excelente acompañante en la comida oaxaqueña, asado en las brasas, con cebolla y limón, rellenos y capeados son de las variedades más gustadas.

 

 

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